Memoria en la ciudad

¿Conoces cuáles son los monumentos inaugurados en Madrid en los últimos años?

La capital acoge en los últimos años nuevos hitos en su paisaje urbano en homenaje a marinos, geógrafos, escritores o combativos homenajes a quienes sucumbieron o luchan contra la pandemia

Monumento A Los Refugiados
Monumento A Los RefugiadosLRZLRZ

Las ciudades cambian su piel. La imagen -a grandes rasgos-, de urbes como Madrid parece inalterable, con espacios públicos de todos conocidos y a prueba del tiempo: el entorno del Palacio Real, la Plaza Mayor, el Retiro o el Paseo del Prado se prolongan en el tiempo. Y sin embargo, la percepción que tienen los ciudadanos varía. En pequeñas dosis, pero muta. Así, espacios del barrio de Salamanca, de Chamberí, Moncloa, Vallecas o Fuencarral se ven enriquecidos con nuevas aportaciones a un paisaje urbano que es moldeado cada año.

Fortunato, homenaje a la ONCE y su labor
Fortunato, homenaje a la ONCE y su laborAyuntamiento de Madridfreemarker.core.DefaultToExpression$EmptyStringAndSequenceAndHash@40deb465

Dentro de esa implantación de nuevos monumentos, el Consistorio ha llevado a cabo intervenciones como “Fortunato”, el monumento a la ONCE en el distrito Centro, un vendedor de cupones de este organismo, obra del escultor Santiago de Santiago, que está ubicada en la calle del Prado esquina con la calle San Agustín, frente al Congreso de los Diputados. O el ya conocido por mucho Monumento a Antonio Mingote, en el Parque del Retiro. Una obra de Alicia Huertas. Un busto que representa al genial dibujante y humorista con el rostro sereno y los brazos cruzados. En la mano derecha sostiene un lapicero, herramienta principal de su trabajo. La figura reposa sobre una especie de cama de libros. O el Monumento a Mahatma Gandhi, en la Plaza Joan Miró. Desde 2013 se ubica esta estatua de Gandhi, regalo del gobierno indio a Madrid. La figura le representa emprendiendo su “Marcha de la sal”, el Camino de 300 kilómetros que realizó y llevó a la independencia de la India del imperio Británico.

Monumento a Mingote en el Retiro
Monumento a Mingote en el RetiroAyuntamiento de Madridfreemarker.core.DefaultToExpression$EmptyStringAndSequenceAndHash@40deb465

Obras que han salido del centro de la capital, como el conjunto de fuente y bancos y cruceiro (Camino de Santiago que se puede admirar en Fuencarral- El Pardo. Y otras que recuerdan para la posteridad hechos terribles de nuestro pasado más cercano, como el asesinato por parte de la banda terrorista ETA del concejal Miguel Ángel Blanco, en los Jardines que llevan su nombre en el distrito de Chamartín.

Busto de Miguel Ángel Blanco en los jardines que llevan su nombre
Busto de Miguel Ángel Blanco en los jardines que llevan su nombreAyuntamiento de Madridfreemarker.core.DefaultToExpression$EmptyStringAndSequenceAndHash@40deb465

Monumentos con orgullo de barrio como el titulado “El barrio es nuestro”, así, con todas sus letras, en Palomeras Bajas. O en Puente de Vallecas el monumento que se le dedicó a Amós Acero, en 1983, siendo alcalde Enrique Tierno Galván, que presidía un busto de bronce en un pedestal de piedra caliza que desapareció. En 2016 se colocó una nueva escultura en el parque que lleva su nombre, popularmente conocido como parque de Palomeras. En Vicálvaro también se puede ver el Monumento conmemorativo de las Brigadas Internacionales. O al cante de Enrique Morente, en el parque de su mismo nombre, en Carabanchel, también vive en el recuerdo de todos los madrileños.

Monumento en recuerdo al teniente general de la Armada Blas de Lezo en los jardines del Descubrimiento de la plaza de Colón de Madrid.
Monumento en recuerdo al teniente general de la Armada Blas de Lezo en los jardines del Descubrimiento de la plaza de Colón de Madrid.larazonfreemarker.core.DefaultToExpression$EmptyStringAndSequenceAndHash@40deb465

Personas y personalidades de toda índole, como la escultura más recientemente inaugurada de Blas de Lezo, en la Plaza de Colón, en el distrito de Salamanca. El gran marino español del siglo XVIII que, apodado Mediohombre porque se quedó cojo, tuerto y manco por sus múltiples heridas en combate, no perdió ni una sola batalla. O el recuerdo a Juan Pablo II, en el parque de su mismo nombre en Hortaleza.

Mención especial merece sin duda “Nostrolito (aquí yace la guerra)”, en la plaza de Prosperidad. Un monumento que representa la tumba de la guerra (de la propia guerra), que se erigió por la vecindad el 21 de diciembre de 1986 para celebrar la declaración de 1986 como el Año Internacional de la Paz por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas.

El Ancla de Jorge Juan en Madrid
El Ancla de Jorge Juan en MadridAyuntafreemarker.core.DefaultToExpression$EmptyStringAndSequenceAndHash@40deb465

En esa nueva ruta monumental de Madrid también está el Ancla en Homenaje a Jorge Juan, el gran geógrafo, en los Jardines del Descubrimiento; o la escultura Futuro, cerca del nuevo estadio del Atlético de Madrid, obra de Adolfo Alcaide. Una monumental escultura en bronce de 8 metros de alto. O la obra Patria, (homenaje a la revolución húngara de 1956), en un parque de San Blas. Un monumento realizado por el artista de origen húngaro afincado en España Zoltán Gábor e inaugurado en 2016.

Monumento a la Revolución húngara en Madrid
Monumento a la Revolución húngara en MadridAyuntamiento de Madridfreemarker.core.DefaultToExpression$EmptyStringAndSequenceAndHash@40deb465

El reconocimiento a una vida, a un creador, o a una actitud solidaria en este caso es el que ha alumbrado el “Monolito a los donantes de órganos”, en Parque Norte, en el distrito de Fuencarral-El Pardo. Un reconocimiento de la ciudad de Madrid como líder mundial en materia de donacióny trasplante de órganos. Esta es la razón de haber erigido un monolito de granito con una placa conmemorativa en la que se agradece a los donantes de órganos y a los profesionales de trasplantes, que tanta vida han regalado. El recuerdo al sufrimiento de algunos también ha alumbrado monumentos y espacios como el Monolito a las Víctimas de los atentados de Paris, en la Plaza Villa de Paris o el Monumento a los Refugiados, en el Paseo de Recoletos, una instalación situada frente al Café Gijón, de tres metros, que es un homenaje permanente a los migrantes. Una obra de 960 kilos firmada por el brasileño Bel Borba, autor del mismo homenaje, ‘Refugiados’ en el lago Leman, en Montreaux, en Suiza. En ella, como en Recoletos, los protagonistas son los migrantes, sentados esperando la ayuda, todos con chalecos salvavidas.

Unos sufrimientos, el de los fallecidos y sus familias, que también se han visto reflejados en el Monumento a las Víctimas del Yak 42, en el Parque del Oeste. Un accidente aéreo ocurrido en Trebisonda (Turquía), el 26 de mayo de 2003, que costó la vida a 62 militares españoles y 13 miembros de la tripulación ucraniana y bielorrusa de regreso a España procedentes de las misiones internacionales de paz ISAF en Afganistán y Libertad duradera en Kirguizistán. El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, inauguró este monumento junto a la ministra de Defensa, Margarita Robles. O el Monumento a los Héroes de Baler, en la Plaza del Conde del Valle de Suchil, en Chamberí. Una escultura que rinde homenaje al destacamento español conocido como “los últimos de Filipinas”, que entre julio de 1898 y junio de 1899 fue asediado por tropas filipinas en una iglesia del pueblo de Baler, en la isla de Luzón.

La estatua en homenaje a Los últimos de Filipinas sobre su pedestal en la plaza del Conde del Valle de Súchil, en el distrito de Chamberí.
La estatua en homenaje a Los últimos de Filipinas sobre su pedestal en la plaza del Conde del Valle de Súchil, en el distrito de Chamberí.© Gonzalo Pérez MataLa Razón

O el muy reciente monumento levantado a uno de los grandes de nuestra literatura, ejemplo del éxito del mestizaje de España en América: el Inca Garcilaso de la Vega. En su recuerdo se ha levantado un busto en el Parque del Retiro. O el monumento a César Vallejo, en el Paseo del Pintor Rosales, en Moncloa, en recuerdo al gran poeta y escritor peruano. O al genial pintor aragonés Francisco Pradilla, en céntrico Paseo del Pintor Rosales.

Unos monumentos que, en ocasiones, parecen engarzarse con el deseo de tantos de inmortalizarse en las redes sociales. En este sentido, y en tono más positivo, muy “instagramer”, tenemos la escultura “Alas de México: Nuevo monumento en Parque Norte”, en Fuencarral-El Pardo, dos alas fabricadas en bronce de tamaño monumental, montadas en un marco de acero sobre una plataforma con estructura metálica y cemento, con tres escalones, a los que se accede para poder realizar fotografías con las alas como fondo.

Alas de México
Alas de MéxicoAyuntamiento de Madridfreemarker.core.DefaultToExpression$EmptyStringAndSequenceAndHash@40deb465

En positivo también están otras obras como la inaugurada por los Reyes, en pleno azote de la pandemia del Covid-19, como El árbol de la vida, monumento realizado por el escultor Jaume Plensa a iniciativa de la fundación Agrupación Mutual Aseguradora (AMA) de los profesionales sanitarios en memoria y reconocimiento de los sanitarios fallecidos en el ejercicio de su profesión durante la pandemia. La escultura, ubicada en la plaza de los Sagrados Corazones, en el distrito de Chamartín, ha sido donada al Ayuntamiento de Madrid.

El árbol de la vida, de Jaume Plensa
El árbol de la vida, de Jaume PlensaAyuntamiento de Madridfreemarker.core.DefaultToExpression$EmptyStringAndSequenceAndHash@40deb465

O de este mismo autor, la obra Julia, en la Plaza de Colón, en el distrito de Salamanca. Un monumento que ha sudo muy bien recibido por madrileños y forasteros.

Imagen de la escultura de Jaume Plensa, "Julia", situada en la Plaza de Colón
Imagen de la escultura de Jaume Plensa, "Julia", situada en la Plaza de ColónJesus G. FeriaLa Razon

En estos tiempos de Covid, de lucha por la vida, resulta imprescindible recordar también a todos aquellos que ya no están entre nosotros. De ahí la importancia del Pebetero por las víctimas de Covid-19, levantado en el mismo centro de Madrid, en la Plaza de Cibeles, un espacio hoy en obras. Inaugurado el 15 de mayo de 2020, en la festividad de San Isidro, la escultura, obra del arquitectoCarlos Rubio Carvajal, debe servir de homenaje permanente a los fallecidos por la enfermedad. El lema “Vuestra llama nunca se apagará en nuestro corazón” se puede leer en una placa situada frente al monumento.