¿Cuántos años son necesarios para pagar una vivienda en Madrid?

Una inversión “para toda la vida”. El ahorro en ladrillos de tantos españoles. La herencia para los hijos. Eso y más es la vivienda para el común de los españoles, y en concreto para los madrileños, uno de los lugares de España en el que más cara es la “solución habitacional” que decían algunos. Así, el madrileño medio tendrá que dedicar íntegramente el sueldo bruto de 9,4 años (113 meses) al pago de la hipoteca de su vivienda comprada en 2021, frente a los 9 años (108 meses) que se pagaba en 2020, según el estudio “Relación de salarios y la compra de vivienda en 2021″ basado en los datos de los sueldos medios de las ofertas de empleo de la plataforma InfoJobs y en los precios medios de la vivienda de segunda mano en venta del Índice Inmobiliario Fotocasa.

En resumen, en 2021 el precio de la vivienda en venta en Madrid cerró con un incremento anual del 2,1% y situó el precio en diciembre en 3.123 euros/m2. Esto supone que, teniendo en cuenta el salario bruto medio de Madrid registrado por InfoJobs, que en 2021 era de 26.525 euros (2.210 euros brutos mensuales si lo dividimos en 12 pagas); los madrileños tendrían que dedicar 9,4 años de su salario (113 meses) al pago de la hipoteca de una vivienda de 80 metros cuadrados.

“Según los datos del Índice Inmobiliario a cierre de 2021 el precio de la vivienda en venta se incrementó un 1,7%, un incremento moderado y muy estable respecto a 2020 pero que hace que el esfuerzo de las familias por comprar una vivienda sea algo mayor que en 2020 ya que a este pequeño incremento de precio se junta con que los salarios han descendido en un año. Esto hace que el tiempo medio para pagar una vivienda se haya aumentado, de media, en dos meses. De momento, en 2022 estos leves incrementos en el precio de la vivienda de venta van a continuar, debido a la gran demanda de vivienda que hay ahora mismo, y habrá que ver si los sueldos se incrementan paulatinamente para favorecer que los españoles dediquen menos tiempo al pago de su vivienda”, explica María Matos, directora de Estudios de Fotocasa.

Y todo ello sin que la inflación galopante y los costes añadidos de la guerra de Ucrania no impacten en los precios de los materiales de construcción. Algo que sin duda repercutirá a su vez en el producto final: la vivienda. Un suma y sigue que no parece tener final.