Madrid, pionera en vivienda industrial asequible

En Wallex todo funciona con una precisión milimétrica. Y es que, en esta fábrica de construcción industrializada está todo digitalizado de tal manera que, en ella, los planos de las viviendas que los arquitectos han elaborado para el Plan VIVE de la Comunidad de Madrid se transformen en medidas, cantidades y un sinfín de datos que acabarán siendo 1.763 hogares. Madrid es, de hecho, la primera región de España en instalar este tipo de viviendas prefabricadas dentro de sus planes de apoyo a la vivienda asequible, y estas casas, que irán a parar a Torrejón de Ardoz, Alcorcón y Tres Cantos, formarán parte de este pulso de renovación del sector de la construcción que parece que ha llegado para quedarse.

En esta fábrica se realizan los muros que se llevan a las obras. «Son elementos en 2D que llevan varias capas», explica a LA RAZÓN Francisco Nisa González, director de construcción de Avita, del Grupo Avintia. «También se incluye el acabado interior, las instalaciones, la carpintería y los vidrios», añade. Una vez finalizado este proceso, los elementos se llevan a obra y se ensamblan para hacer la vivienda. «Aparte de los elementos que se hacen en esta fábrica se trabaja con otras para incluir los elementos como las terrazas, las chimeneas… lo que consigue que tengamos un 75% de la vivienda industrializada», explica. Los plazos son un 30% más rápidos con respecto a la construcción convencional, pero, «con el problema de mano de obra que hay ahora mismo, lo que vamos a conseguir es que esto aumente hasta el 50%», añade Nisa. Los costes de producción también se reducen, ya que, al hacer los trabajos en fábrica, se produce una menor pérdida de materiales. Además, los residuos se reducen «aproximadamente en un 60%», y los riesgos laborales asociados a la construcción, un 80%.

Para llevar adelante este proyecto, perteneciente a uno de los tres lotes de viviendas del Plan Vive, Culmia, empresa a la que fue adjudicado, se ha unido al Grupo Avintia y CEMEX Ventures para producir estas edificaciones en el municipio burgalés de Aranda de Duero. Por su parte, Francisco Pérez, CEO de Culmia, ha subrayado «la potencia del Plan Vive», ya que «en tan solo 18 meses nos hemos presentado a concurso y hemos comenzado las obras», lo cual, a su juicio, «responde a una voluntad real de solucionar el problema de la vivienda asequible en la Comunidad de Madrid». Por otro lado, supone además una apuesta decidida por la transformación del sector de la construcción a través de digitalizarlo, industrializarlo e incorporar gente joven, logrando, así, un tipo de producción diferente a lo hecho hasta el momento.

Estas casas forman parte de una iniciativa público-privada, por medio de la cual se construirán sobre suelo público que será gestionado por la empresa durante 50 años. Una vez pasado este tiempo, el patrimonio revierte a la comunidad de Madrid. «No serán solo viviendas», ha aseverado Pérez durante una visita a la fábrica a que ha acudido también la consejera de Medio Ambiente, Vivienda y Agricultura, Paloma Martín. «Estarán instaladas en áreas con zonas verdes, gimnasios, salas de coworking, incluso piscinas en algunos casos», lo cual tiene como resultado unas viviendas sostenibles no solo en su producción y asequibles en su precio –que, siguiendo los requisitos del Plan VIVE, debe ser un 40% inferior al precio de mercado–, sino de una calidad excepcional.

Tal como ha explicado la consejera, de estas viviendas «se van a poder beneficiar, sobre todo, población joven, pero también personas mayores y con problemas de movilidad y mujeres víctimas de violencia de género, siempre que estén empadronados en los municipios en los que se levanten estas viviendas. De hecho, este mismo viernes se publica una nueva licitación de 1.100 viviendas del Plan VIVE, que se suma a las 5.400 que fueron adjudicadas hace unos meses y a las que pertenecen estas casas industrializadas. Estarán ubicadas en Pinto, Colmenar Viejo y Boadilla del Monte. «Si a eso le sumamos por la apuesta que estamos haciendo con el programa Mi Primera Vivienda, a través del cual los menores de 35 años pueden optar hasta el 95% del coste real de la vivienda, es un buen ejemplo de cómo trabajamos para que los madrileños tengan cada vez más opciones de acceder a una casa».

«Junto a estas iniciativas», ha continuado Martín, «estamos trabajando también para dotar de mayor flexibilidad a la legislación urbanística». Así, actualmente se encuentra en el Parlamento Regional una ley que recoge reformas importantes de la ley del suelo. «Vamos a ser capaces de poner en marcha la reforma más ambiciosa y liberalizadora de la ley del suelo de la comunidad de Madrid, con la que vamos a introducir libertad de uso, y a poner más suelo a disposición de la construcción de vivienda asequible y, sobre todo, vamos a dar herramientas a los ayuntamientos para que parte del suelo que ahora mismo tienen destinado a un fin que no se está cumpliendo se pueda destinar a la construcción de vivienda de alquiler asequible», ha explicado. «De esta manera, al aumentar la oferta, contenemos los precios».