Directiva de la UE

¿Por qué ha mejorado la calidad del aire en Madrid desde 2018?

El cambio más radical ha ocurrido en Plaza de España, con un descenso del 41,85% en dióxido de nitrógeno. Le siguen Escuelas Aguirre (38,18%); Castellana (30,77%) y Cuatro Caminos (28,55%)

La región representa un 23 % del total nacional de ventas
La región representa un 23 % del total nacional de ventasDavid JarLa Razon

«Madrid, por fin, respira». De esta manera, el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, puso ayer en valor que el Ayuntamiento haya cumplido en 2022, por primera vez en su historia, con la Directiva del Parlamento Europeo y del Consejo, de 21 de mayo de 2008, relativa a la calidad del aire ambiente y a una atmósfera más limpia en Europa. Si en los dos últimos años, la ciudad de Madrid se había quedado a las puertas de cumplir la norma europea –solo una estación rebasó en 2020 y 2021 el umbral permitido de dióxido de nitrógeno (NO2)–, en este último ejercicio las 24 estaciones de medición repartidas por toda la ciudad están dentro de los parámetros marcados por Bruselas.

«Es una extraordinaria noticia para la ciudad y para los madrileños», manifestó el alcalde. Los dos factores a los que Almeida hace referencia son: los vecinos de Madrid y su compromiso, que redunda en beneficio de todos, y disponer de una estrategia integral. «Dijimos siempre que los vecinos de Usera o Carabanchel tenían el mismo derecho a respirar la misma calidad del aire que los vecinos del distrito Centro. Se viva donde se viva, se tienen los mismos derechos. Esta estrategia ha abarcado todas las fuentes de contaminación, afectando no solo a la movilidad sino también a la eliminación de las calderas de carbón y gasóleo que todavía permanecían», añadió.

Hay que recordar que en lo que afecta a los umbrales de dióxido de nitrógeno (NO2) establecidos en el Valor Límite Anual de la directiva, el máximo permitido está fijado en los 40 microgramos por metro cúbico (μg/m3). Pues bien, el valor medio arrojado por las 24 estaciones de la ciudad se ha situado este pasado año en los 28,29 μg/m3.

Una de las prioridades que Martínez-Almeida remarcó fue la salvaguarda de la actividad económica: «Madrid es la locomotora económica de España. Somos la primera ciudad que ha recuperado el PIB previo al año 2019, crecemos por encima de la media la media nacional y tenemos la mejor calidad del aire». Así confiesa haber completado un círculo que equilibra las medidas medioambientales y el impulso económico: «No hay política ambiental válida sin política de desarrollo, crecimiento y generación de oportunidades. Y Madrid lo ha demostrado en el año 2022», aseguró el alcalde que, a su vez, aportaba los siguientes datos: 2022 ha sido el primer año que no se ha activado el Protocolo de Contaminación desde 2015 –se activó dos veces en 2021; una en 2020; tres ocasiones en 2019; cuatro en 2018; siete en 2017 y dos en 2016– y las 24 estaciones de la ciudad han cumplido de manera holgada. Todas ellas registran un descenso medio de la contaminación respecto a 2018 de alrededor del 22%.

Al mismo tiempo, la ciudad es pionera en la no circulación de autobuses públicos diésel, se ha renovado el 60% de la flota de autobuses de la empresa municipal de transportes junto con la flota de vehículos. Todo ello gracias al esfuerzo presupuestario repartido a particulares, taxis, y a la distribución logística de mercancías con una inversión de más de 110 millones de euros. «Si no hubiésemos cumplido con los objetivos ya estaríamos multados. Las políticas de este equipo de gobierno, con un esquema distinto, han dado resultados», señaló el alcalde. Además, Martínez-Almeida aprovechó la ocasión para tachar al anterior gobierno local de «emplear medidas restrictivas, políticas fracasadas, prohibitivas y focalizadas en el distrito Centro».

¿Qué ha ocurrido desde 2018?

La noticia ha sido especialmente beneficiosa para zonas que en el año 2018 superaban los límites establecidos –40 μg/m3–, como Cuatro Caminos (42), Escuelas Aguirre (55), Plaza de España (43), Plaza del Carmen (45), Ramón y Cajal (43) dentro del interior de la M-30. En la zona 03 al noroeste, Urbanización Embajada se situaba en 41 y en la zona 05, al suroeste, Plaza Elíptica en 53 (la única que superó los valores límite el año pasado). Cuatro años después, todas ellas se encuentran dentro de lo legalmente establecido y con margen de diferencia.

También, en cuanto a la calidad del aire, la normativa establece que no se pueden superar los 200 microgramos por metro cúbico más de 18 veces en una misma estación. Los resultados demuestran que, mientras que en 2018 se superaron 101 ocasiones y 96 en 2019, en 2020 fueron 13, 11 veces en 2021 y solamente 1 en 2022.

Plaza Elíptica, Villaverde, Escuelas Aguirre, Plaza de Castilla y Plaza del Carmen tienen las peores cifras; El Pardo, Casa de Campo, Juan Carlos I o Retiro, por su parte, no superaron valores medios de 25 microgramos por metro cúbico de dióxido de nitrógeno.

En la comparativa facilitada por el Ayuntamiento de Madrid con respecto al año 2018, se observa un descenso general en todas las estaciones. El más radical ha ocurrido en Plaza de España, con un 41,85%. Le sigue Escuelas Aguirre con un 38,18%; Castellana un 30,77%; Cuatro Caminos con un 28,55%; y en quinto lugar, la estación de Barrio del Pilar con un descenso del 28,21%. Pese a que todas las zonas tengan resultados positivos, es cierto que Plaza Elíptica, Vallecas, Arturo Soria, Barajas Pueblo, Ramón y Cajal, Plaza de Castilla, Urbanización Embajada, Escuelas Aguirre o Cuatro Caminos se sitúan en una cifra de 30 microgramos (como Cuatro Caminos o Barajas Pueblo) o superior (como Plaza Elíptica, Vallecas o Urbanización Embajada).

Teniendo en cuenta que el valor límite (VL) horario para la protección de la salud del NO2 es de 200 µg/m3, y que no puede superarse en más de 18 ocasiones al año, desde 2020 se está cumpliendo dicho valor (se incumplió una vez en 2019 y dos en 2018). Entendiendo también que el valor límite anual es de 40 µg/m3, el valor medio actual de las 24 estaciones es de 28,29, muy por debajo de la media. Y se ha reducido un 22,7% respecto al año 2018. Por ello, desde el Ayuntamiento explican que se trata de una estrategia global que se explica a partir de los cambios en la a movilidad y a otras cuestiones como la ordenanza del taxi o la hoja de ruta para el cambio climático.

Por su parte, el delegado de Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, se sumó al balance positivo sobre los resultados obtenidos: «El caso de la eliminación de calderas de carbón supone un hito para el país, ya que estaba dentro de la Estrategia Madrid 360; la renovación de 1.291 autobuses, siendo estos uno de los factores determinantes de la contaminación de la ciudad ha sido otra de las medidas establecidas. Se han reducido un 64% la circulación de los vehículos A en la M-30. Esto ha permitido que se hayan multiplicado por 2,5 veces los vehículos eco y más de 3 los vehículos cero emisiones en Madrid», detalló el delegado. No obstante, indicó que la mitad de las emisiones llegan del tráfico y suponen entre el 25% y 50% (según los datos de 2017). «Taxis, empresas de reparto de mercancías y autobuses son los vehículos que más contaminan porque circulan más kilómetros», concluyó Carabante.