Desarrollo

El antiguo Madrid no está solo

La capital es sinónimo de crecimiento con sus desarrollos inmobiliarios, un nuevo plan urbanístico y la voluntad de construir 204.000 viviendas

Vistas desde un hotel en Plaza España. David Jar
Vistas desde un hotel en Plaza España. David JarDavid JarFotógrafos

Los tejados de la vieja Villa y Corte crecen. En muchos casos no serán tejas, ladrillo y piedra. Nuevos materiales y renovados métodos constructivos llegan para acelerar y potenciar el crecimiento de una urbe que, en Europa, rompe marcas de desarrollo. Capitales y proyectos se levantan en kilómetros de ese Madrid que se puede ver desde los rascacielos de plaza de España. Un Madrid que tiene y tendrá una fisonomía distinta a la que se atisba, en la imagen, en las cercanías del Palacio Real, pero que palpita con el mismo sentimiento y gusto por la vida. Un Madrid que crece en todas direcciones. Desde la revolución urbanística que es Madrid Nuevo Norte a los Desarrollos del Sureste (integrados por Valdecarros, Los Berrocales, Los Ahijones, Los Cerros y El Cañaveral). O La Solana de Valdebebas o la Operación Campamento y la Ribera del Calderón. En el horizonte también se vislumbra el cambio de imagen y dotaciones que tendrá, en pocos años, el paisaje de la ciudad con los desarrollos de El Abroñigal. O esa Nueva Centralidad del Este que a tantos ocupa ya.

Ante ello, el alcalde de Madrid y candidato del PP a la reelección, José Luis Martínez-Almeida, anunció ayer mismo la elaboración de un nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), la creación de una oficina para el PGOU y la construcción de 204.000 viviendas, como ejes fundamentales de su programa electoral en materia de urbanismo.

Así lo expresó en un acto de partido celebrado en el distrito de Carabanchel, en los terrenos de la antigua cárcel, donde Almeida ha apostado por un desarrollo urbanístico nuevo de 170.000 metros cuadrados con 600 viviendas, de ellas el 30 % protegidas.

Madrid crece como pocos territorios en Europa. Se ha convertido en un polo de atracción de inversiones y conocimiento. Las infraestructuras y los desarrollos urbanísticos están para servirle. Y cuando no existen, se levantan. De ahí la revolución que se atisba desde los antiguos tejados del viejo Madrid. Una ciudad deseosa de crecer y ser espacio de vida. Lo que siempre ha sido. Inclusiva. Todos madrileños.