Urbanismo

El entorno del colegio Miguel de Unamuno devuelve la prioridad al peatón

Esta ubicación de Arganzuela da la vuelta a los porcentajes de superficies dedicadas a coches y viandantes, tras una gran inversión del Ayuntamiento

Imagen del nuevo entorno peatonal del CEIP Miguel de Unamuno, en Arganzuela
Imagen del nuevo entorno peatonal del CEIP Miguel de Unamuno, en ArganzuelaDavid Jar

El centro educativo Miguel de Unamuno, en el distrito de Arganzuela, luce ya la última transformación de su entorno. Hasta ahora esta localización padecía un déficit de naturaleza y calidad ambiental, con árboles solo en la calle Alicante y con ausencia de parterres u otras plantaciones. También acusaba una falta de espacio de recreo con aceras estrechas que no permitían la instalación de mobiliario urbano. Así, el 56% de la superficie quedaba dedicado a los vehículos y el 44% a los peatones. Además, contaba con unas conexiones deficientes con respecto a los equipamientos cercanos.

El proyecto, que ha supuesto una inversión de 864.000 euros, ha sido ejecutado por el Área de Obras y Equipamientos de Paloma García Romero. Para ello también ha intervenido la Dirección de Sostenibilidad y Control ambiental del Área de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid, quien desarrolló la propuesta de actuación, que una vez definida fue proyectada y ejecutada por la Dirección de Conservación de Vías Públicas.

En concreto, se ha actuado sobre las calles Alicante y Juana Doña y sobre sus respectivas intersecciones para lograr convertir este entorno escolar en un espacio seguro, sostenible y accesible que propicie el encuentro entre las familias y gane en calidad ambiental. La superficie total de actuación ha sido de 5.244 m2. Se han ampliado las aceras y se ha gestionado el tráfico creando espacios estanciales generosos en ambos flancos del colegio. De esta manera, se ha logrado un ámbito con un 62% de la superficie dedicada al peatón y un 38% para los vehículos, alterando por completo la jerarquía urbana que primaba hasta ahora.

Con la misma intención, se han generado pasos de peatones elevados y se han señalizado las calles tanto vertical como horizontalmente como «calle escolar». Para la naturalización del entorno se han ampliado los alcorques existentes en la calle Alicante para así permitir otras plantaciones, se han plantado árboles en las dos aceras de Juana Doña y se han instalado parterres en ambas calles, además de generar amplias zonas con pavimentos drenantes. Estos elementos naturales se utilizan además como barrera frente al tráfico acompañados de bancos perimetrales. También se ha instalado una fuente en la calle Alicante. Con respecto a la acera de la calle Juana Doña, anexa al centro educativo, se ha generado una banda multiservicio naturalizada junto a la banda peatonal que alterna grandes parterres con áreas estanciales y de juego. La intervención ha incluido la sustitución del alumbrado por otro tipo led de alta eficiencia energética.

Esta actuación forma parte del programa de mejora de accesos a centros educativos que el alcalde Martínez-Almeida puso en marcha en 2020, con el objetivo de lograr una entrada segura a los colegios mediante actuaciones que faciliten la accesibilidad y mejoren la seguridad vial del entorno, así como su calidad ambiental. Desde entonces, el Ayuntamiento se ha dedicado a transformar 324 entornos escolares de la capital. Se trata de un 25% de los más de 1.300 centros educativos que hay en la capital. Para ello, el Consistorio ha invertido más de 11 millones de euros. De esos 324 entornos, 33 han sido mejorados en lo que va de mandato. Además, en este 2024 se va a actuar en al menos otros 33, al mismo tiempo que se continúan estudiando futuras actuaciones

Este programa de mejora de accesos a centros educativos persigue el desarrollo de un acceso seguro para todos los alumnos y acompañantes mediante actuaciones que faciliten la accesibilidad y mejoren la seguridad vial del entorno, así como su calidad ambiental. Los trabajos consisten en la renovación y adecuación de aceras y vías peatonales, la reordenación de accesos e intersecciones y la supresión de barreras arquitectónicas. De esta manera se busca mejorar la comodidad y seguridad de los ciudadanos, mientras se adaptan los espacios a la normativa vigente de accesibilidad y se mejora la funcionalidad de las vías públicas en términos de movilidad y seguridad vial.

Se trata, en su conjunto, de entornos escolares, pero que se estudian caso por caso, ya que cada uno de ellos presenta unas características muy diferenciadas en las que hay que conjugar las dimensiones de los espacios disponibles y la movilidad de la zona, lo que da lugar a soluciones de mayor o menor entidad según los casos. Si bien el peso recae en el Área de Obras y Equipamientos, el programa cuenta también con una vocación transversal que incluye actuaciones por parte del Área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad.