28-M

Filomena electoral en Madrid

Las encuestas ya habían apuntado a un éxito de la candidatura de Isabel Díaz Ayuso en un 28-M que ve y sube la apuesta de lo cosechado en el pasado

Ambiente en un colegio electoral en Madrid.Hoy se celebran las elecciones locales y autonómicas del 28M.© Alberto R. Roldán / Diario La Razón.28 05 2023
Votaciones en el Colegio del Buen Consejo de MadridAlberto R. RoldánFotógrafos

Llueve en la Feria del Libro –como es habitual–, y llueve en la cita electoral. «Chaparrón» de votos en las urnas de la Comunidad de Madrid. Lo vivido ayer en la región ha sorprendido a pocos. Las encuestas ya habían apuntado a un éxito de la candidatura de Isabel Díaz Ayuso en un 28-M que ve y sube la apuesta de lo cosechado en el pasado 4-M.

No fue casual que la ahora reafirmada por las urnas como presidenta madrileña, en el momento de votar, se acordara de «Filomena» y el caos que aquello supuso para los madrileños. Un desafío entonces para todos aquellos que no se arrugaron ante el desastre para las comunicaciones y la movilidad, para los trabajos y el día a día de los madrileños. Ayuso auguró que esperaba una «participación masiva» en las elecciones «a pesar de la lluvia» y deseó lo mejor «para Madrid y para España».

Todo tras ejercer su derecho al voto en el colegio La Inmaculada Marillac, en Chamberí. Allí dio la clave del día: la dirigente popular se mostró convencida de que la participación iba a ser masiva porque los madrileños no son de quedarse «en casa»: «Ni siquiera en Filomena la gente se quedaba en su casa un minuto. Eso me alegra porque eso significa que nuestras calles están llenas de vida», afirmó una presidenta revalidada en el cargo que hizo también de esta cita electoral un referéndum sobre Pedro Sánchez. Él está ahora en el punto de mira tras el varapalo de las urnas.

La lluvia que ayer cayó en la región, una situación extraña en unos comicios regionales desde hace años, aupó sí o sí a Ayuso para mantenerla al frente de la Real Casa de Correos. Los madrileños volvieron a demostrar su voluntad política y la dejaron patente. Atrás quedan cábalas sobre componendas de alianzas en la izquierda. O el bastón de apoyo de Ciudadanos que ya el 4-M se quedó atrás. Ahora toca repetir la lluvia fina de la gobernabilidad en solitario en Madrid, capital del Estado. Un incómodo precedente en una primavera lluviosa de lo que podría llegar este invierno en unas generales.