Tensión
Guerra total Sol-Moncloa en la celebración de la Constitución
El Delegado del Gobierno se queja de los «garrotazos» de Ayuso en un acto alternativo, mientras el Ejecutivo le acusa de ser el «comisario de Sánchez»
La brecha política Sol-Moncloa agranda su tamaño hasta el punto de la guerra total entre instituciones. No solo se ha verbalizado con opiniones encontradas en los últimos días que permiten constatar la escalada de tensión entre las dos administraciones. Ayer, el choque institucional tomó forma en el acto alternativo que convocó el delegado del Gobierno, Francisco Martín, en la galería de las Colecciones Reales, con las obras del valenciano Joaquín Sorolla de fondo, en un claro guiño a las víctimas de la DANA.
Él mismo empezó admitiendo lo evidente: el topetazo con el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso. «Como saben, este acto como tal es una anomalía. Es el indeseado resultado de un nuevo paso adelante en la confrontación y la división y, por tanto, un significativo paso atrás en la aplicación de la Constitución que hoy conmemoramos (...). Sé que comparto con ustedes el que hubiéramos preferido reunirnos aquí en otras circunstancias», dijo para justifica el porqué de un acto para celebrar la Constitución un día después del que organizó el Gobierno de la Comunidad de Madrid.
Pero el delegado del Gobierno reclamaba de palabra unidad, diálogo, cooperación, lealtad, entendimiento y concordia, la concordia, «a pesar de los garrotazos», mientras que con la mano lanzaba dardos a la inquilina de la Real Casa de Correos mientras.
Él mismo se colocó en el bando de «la mejor España que reivindica el entendimiento, basado en respetar las ideas de los demás y en comprender, asumir y respetar las diferencias, en resolver los conflictos desde el diálogo», mientras a Díaz Ayuso la situaba en el terreno de la «imposición y la exclusión».
Y siguió ahondando en la diferencia: como es el desacuerdo con el Gobierno de la Comunidad de Madrid por su resistencia a reformar el Estatuto de Autonomía para para introducir un cambio del artículo 49, que regula los derechos y libertades de las personas con discapacidad, para sustituir la palabra «minusválidos» por «personas con discapacidad». «Es incomprensible que siga vigente un Estatuto que sigue denominándoles “minusválidos”; pero además siguen sin contar con una ley propia que reconozca sus derechos universales; mientras sí tienen enfrente una Ley de Servicios Sociales que representa un ataque frontal a los servicios prestados por el Tercer Sector de la discapacidad», sentenció.
El Gobierno de Ayuso en su día explicó que no cambiaba el Estatuto por que una de sus preocupaciones era que se utilizara como excusa la eliminación de la palabra «minusválido» para abrir la puerta a otras reformas que puedan ser impulsadas por el Gobierno central, en concreto por el PSOE, que tiene mayoría en el Congreso. Esos cambios, podrían no estar alineados con los intereses de la Comunidad de Madrid.
En lugar de cambiar el Estatuto, el Gobierno de Díaz Ayuso ha aprobado un proyecto de ley y un decreto para eliminar cualquier término peyorativo hacia las personas con discapacidad en la legislación madrileña, hasta que un cambio en el panorama político permita una modificación del Estatuto de autonomía.
Poco antes, el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, lamentó el choque institucional «porque siempre hemos organizado el acto de la Constitución de manera conjunta. Hemos invitado a la Comunidad de Madrid hoy para que viniera y al resto de las Administraciones, pero han decidido no estar. Apelo a que volvamos al espíritu de la Constitución de 1978. Desde el Gobierno de España pedimos a la presidenta de la Comunidad de Madrid que vuelva a la senda del consenso», exigió. Pero también puntualizó que no le parecía aceptable que no se hubiera dado la palabra al Delegado del Gobierno en el acto de la Comunidad que se había convocado el día antes, cuando tradicionalmente sí había hecho un discurso.
El día antes, el portavoz del PP en la Asamblea de Madrid, Carlos Díaz Pache, consideró «normal» que el delegado de Gobierno no hablara en acto de la Constitución organizado por el Ejecutivo regional porque «no corresponde que hable» el «representante de una organización mafiosa en un acto que organiza la víctima de esos ataques» porque «no es el momento de un Gobierno que no solo ataca de manera sistemática a la Comunidad de Madrid, no solo a los madrileños, sino de una manera muy personal y delictiva a la presidenta madrileña», sentenció.
En la misma línea, el secretario general del PP de Madrid, Alfonso Serrano, lamentó que «el mismo PSOE que creó los GAL y la guerra sucia contra ETA, hace guerra sucia contra los adversarios usando el poder de todo un Estado».
Pero el cruce de dardos tampoco cesó desde la Real Casa de Correos, donde el portavoz del Gobierno de la Comunidad de Madrid, Miguel Ángel García, acusó al delegado del Gobierno, Francisco Martín, de actuar como «comisario político de Pedro Sánchez» por criticar a la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, al no dejarle intervenir en el acto del Día de la Constitución.
Delegación del Gobierno invitó a las autoridades madrileñas a asistir a su acto pero no acudió ninguno de los miembros del Ejecutivo autonómico, porque «a esta hora se celebra el Consejo de Gobierno. Es muy difícil que cualquier miembro del Consejo de Gobierno podamos estar en un acto teniendo en cuenta nuestras obligaciones», sentenció.
No cayeron en balde para el portavoz del Ejecutivo autonómico, Miguel Ángel García, las palabras del delegado del Gobierno del día anterior cuando acusó a Ayuso de convertir la Real Casa de Correos en «el mayor foco de tensión institucional del país» y «en el epicentro de los vetos, los bulos y las amenazas». García le devolvió el golpe acusándole de ser un «comisario político del sanchismo, al sembrar discordia y confrontación con sus palabras». Aquí nadie sembró discordia ni sembró confrontación, más que el delegado del Gobierno, que desde que entró por la puerta no tuvo más que palabras que rezumbaban odio», replicó en alusión al llamamiento a la concordia del Delegado del Gobierno. El portavoz del Gobierno regional reparó en que en el acto por el Día de la Constitución tuviera la palabra Paco Vázquez, exsecretario general del Partido Socialista de Galicia, que fue aclamado por su defensa de la Constitución, lo que, a su juicio, debió incomodar al delegado del Gobierno que no le aplaudió. «El único que se comporta siempre a garrotazos en política es el delegado del Gobierno», dijo zanjando el asunto.
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