Entrevista

La mujer detrás del imperio de la comida china

María Li Bao está al frente del Grupo China Crown y es la única mujer asiática con una Antena de Oro

Maria Li Bao, directora de China Crown.
María Li Bao lleva en la capital más de cuarenta años y es conocida por ser embajadora de la cultura china en España Jesús G. FeriaLa Razón

Es complicado pasear por Madrid y no toparse con uno de sus restaurantes. Indochina, China Crown, Petit Dim Sum, Bao Li, Lelong Asian Club… Y así, hasta una veintena de espacios distribuidos por toda la capital. En este último (Carrera de San Jerónimo, 9), y en plena celebración del Año Nuevo Chino, encontramos a María Li Bao, propietaria de este imperio de la restauración. La enorme sonrisa con la que sale de la cocina tras probar unos nuevos dim sum, la delata. Próximamente los incluirán en el menú de este restaurante, cuya atmósfera puede transportarte fácilmente a un local de Nueva York.

La decoración, cuidada hasta el mínimo detalle, y la elegancia del espacio, van en perfecta consonancia con su persona. Solo con su presencia se puede adivinar que Li Bao es una mujer elegante, profesional y alegre. Y basta con hablar con ella para entender que su profesión es mucho más que eso: es su pasión. «Si no te gusta tu trabajo, lo único que haces es quemar tu energía. Amo lo que hago y, aunque tengo muchas personas que trabajan conmigo, estoy muy involucrada en todos mis proyectos. Todos los días llego a casa cansada, pero con la sensación de que ha merecido la pena», cuenta a este periódico. Ésta, dice, es la única clave del éxito. «Es un trabajo diario y de equipo, de estar pendiente de todo. El sector asiático de restauración está cambiando constantemente porque cada día hay restaurantes de más nivel y más calidad». Sin embargo, tanto ella como su hermano Felipe, Chef Ejecutivo del Grupo China Crown, dicen conocer lo que quieren los españoles y europeos que visitan la capital. «Son muchos años de trabajo y de experiencia. Buscamos el mejor producto, ofrecemos el mejor servicio y nos preocupamos por crear el mejor entorno para nuestros clientes».

Felipe Bao y María Li Bao celebran el Año Nuevo Chino
Felipe Bao y María Li Bao celebran el Año Nuevo ChinoCedida

En el último año han sido siete las nuevas incorporaciones al grupo de restauración, ninguna igual a otra. «China es muy grande y se come muy distinto en función de dónde te encuentres. Por eso, como no podemos crear en un solo restaurante el sueño perfecto, tenemos tantas marcas para ofrecer diferentes propuestas gastronómicas». Sin duda, Bao Li –su nombre al revés- es el proyecto del año, donde se puede comer la auténtica alta cocina cantonesa. «Si vas al Hotel Península de Hong Kong o al de Shanghái encuentras la misma propuesta gastronómica. Tiene ese lujo teatral con camareros de traje blanco que ofrecen un servicio exclusivo, cuidado al detalle, como si de los años 40 se tratase». En China Crown, el proyecto que les vio nacer, apostaron por la cocina Imperial y, en Shanghái Mama, optaron por un concepto de cocina más relajada, ambiente familiar y económico, sin renunciar a la calidad que les caracteriza y diferencia del resto.

En una ciudad dónde prácticamente todos los restaurantes chinos se definen como «el auténtico», Li Bao reflexiona sobre este concepto. «¿Qué es auténtico? Puedes ser chino con fusión vasca o andaluza, puedes ser shanghainés, hongkonés…Hay muchas variedades. Ser auténtico es relativo, no digo que sean mejores o peores, pero creo que es importante saber de dónde eres». Por eso, Grupo China Crown defiende una idea de raíz, parten del sabor y la elaboración de la cocina tradicional china que aprendieron en casa. «Diría que lo respetamos en un 70%, pero tienes que adaptarte al producto local, al clima y al gusto del público al que vas a dar de comer. Es fundamental».

Fue en los años 80, en plena época de cambio del régimen comunista a capitalista en China, cuando sus padres decidieron que eran el momento de crecer y mejorar. «Vieron que en Europa se podría prosperar económicamente y llegaron con la idea de montar un negocio», recuerda. Trasladaron la sabiduría y el aprendizaje que habían cosechado en una humilde cocina de un restaurante «de barrio» y pusieron la primera piedra, sin saberlo ni pretenderlo, de lo que años más tarde se convertiría en un imperio de restauración, que liderarían estos dos hermanos. Aunque durante su juventud su paso por la cocina se limitó a ayudar a su familia durante los fines de semana, el tesón, el conocimiento y el sacrificio quedó marcado en ella. Quizás por eso, donde María Li Bao dice sentir más satisfacción es entre fogones. «Espero poder meterme en las cocinas cuando esté más tranquila, cuando pasen las inauguraciones, porque es lo que más me gusta». Pese a que Felipe es el Chef Ejecutivo, a ella no hay plato que se le resista, ni español ni chino. «Hago unos callos madrileños y un cocido que te mueres. Si la gente lo probase, no diría que lo ha hecho una china», asegura entre risas. En lo que ese momento de «tranquilidad» llega, lo sobrelleva siendo la mejor de las anfitrionas en cualquier ocasión que le surge. Fue la responsable de juntar a toda su familia para despedir el 2023 y ella misma cocinó un «buffet» para todos ellos. Del mismo modo lo hará hoy, para celebrar el Año Nuevo Chino.

Sobre la integración de la comunidad china en Madrid, asegura que cada día es mejor. «Antes eran más reservados, no querían mezclarse y ahora nos casamos con españoles. En mi familia jamás lo pensamos y ya hay dos miembros que están con españoles. Tengo sobrinos nietos rubios y con cara china, son guapísimos». Y habla en tercera persona, porque ella se considera «muy madrileña». «Es mi casa. Cuando hablo español, la gente se sorprende de lo bien que lo hago… pero llevo cerca de cuarenta años aquí, la segunda generación de mi familia ya ha nacido aquí, estamos muy europeizados». De España dice quedarse con su gente y la gastronomía. Y aunque no puede dar nombres, porque son compañeros del sector, confiesa tener preferencia por los restaurantes que preparan arroz –le encanta la paella-, el marisco y la tortilla de patata. «Sinceramente, aquí se come muy bien. Cada año hago dos tours por el país y también por Europa para ver cómo está el panorama gastronómico. El año pasado visité diecisiete restaurantes con Estrella Michelin, pero también me encanta visitar el bar de cualquier esquina…».

Del posible salto del grupo a otras ciudades –ya cuenta con uno en Alicante y otro en Toledo, no quiere ni oír hablar. «De momento estamos tranquilos, nos quedamos aquí. Nos esperan por delante un par de años para consolidar y fortalecer. Ten en cuenta que estos dos últimos años han sido de muchas aperturas, justo después de la pandemia…. Hemos sido valientes y nos ha salido bien», reflexiona. Pero lejos de dejarlo todo a la suerte, Li Bao es consciente de que sin el trabajo duro, las ganas y la ilusión del equipo que le respaldan –cerca de 300 personas- nada de lo que han conseguido hubiese sido posible. «Ha sido duro y hemos pasado miedo en alguna de las inauguraciones… pero por suerte, el consumidor de Madrid es muy abierto, acepta de forma rápida un asiático, un mexicano o un peruano».

En un futuro no demasiado lejano, se ve siendo abuela y no descarta llevar la cocina de China Crown a otras ciudades como París, Londres o Nueva York. A esta última viaja a menudo para visitar a una de sus hijas que vive allí. «Siempre he dicho que si tuviese diez años menos estaría abriendo en Nueva York, es un mundo totalmente distinto a Europa. Les encanta la comida asiática y la comen a diario. Aquí una vez al mes…creo que sería un buen mercado, pero de momento no hay planes de irnos tan lejos». Confía en que su hija de 16 años, que ya apunta maneras y la ve con aptitudes para tomarle el relevo en un futuro, haga realidad el sueño de que el Grupo China Crown se expanda por el mundo. Por ahora, prefiere no moverse de la ciudad que la vio crecer y le basta con irse a la Carrera de San Jerónimo para sentir que está en la Gran Manzana.

La única mujer asiática con Antena de Oro

Su excelente labor para facilitar y fortalecer las relaciones entre España y China le otorgaron, hace solo unos meses, el mayor de los reconocimientos. Una de las Antenas de Oro que desde 1962 otorga la Federación de Asociaciones de Radio y Televisión de España. Dentro de la categoría de Antena Extraordinaria Li Bao la recibió por el 50 aniversario de las relaciones entre España y China, convirtiéndose así, en la primera mujer china que tiene una. «Creo que ha sido porque durante estos años he ejercido un poco de embajadora de Madrid en China y viceversa. Siempre intento ayudar en todo lo que puedo y es un reconocimiento de la labor diaria. Me gusta hacerlo, no es un trabajo y creo que lo valoran», confiesa. Su continua presencia en el mercado chino español, la han convertido en un punto de unión y referencia. A través de sus redes sociales, cuenta a sus compatriotas todo el potencial que la ciudad y el país que la acogió hace ya cuarenta años puede ofrecer y les anima a visitarlo. Del mismo modo, que invita a muchos españoles a conocer el país que la vio nacer.