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Restaurantes para triunfar en la cena de Navidad en Madrid
La Bien Aparecida, el restaurante insignia del Grupo Cañadío, es una oda a la tradición cántabra con un toque contemporáneo
Si hay un momento en el que el jefe puede hacerse el simpático sin parecer forzado, ese es durante las cenas de empresa. Y, ¡oh, la magia de la Navidad!, esos días donde todos deciden por un rato olvidar reportes y reuniones para compartir mesa, mantel y, quién sabe, alguna que otra historia vergonzosa. Ahora, para que todo salga a pedir de boca, Madrid tiene una colección de sitios perfectos para esas cenas donde la complicidad es la verdadera protagonista. Porque en estas fechas, lo que realmente importa es disfrutar, comer bien y, claro, tener alguna que otra historia que contar al día siguiente.
Empezamos con Quispe, el buque insignia del grupo liderado por César Figari y Constanza Rey, que desde 2018 se ha convertido en un rincón imprescindible para los amantes de la gastronomía peruana en la capital. Aquí no hablamos de una cocina cualquiera; en Quispe, las recetas clásicas del Perú se reinterpretan con un producto de primera y un aire contemporáneo que eleva cada plato. Es cocina criolla, sí, pero también nikkei y chifa, un auténtico homenaje a la diversidad peruana, llevada a la alta gastronomía sin perder ni un ápice de alma. Ceviches, tiraditos y causas, pero también mollejas a la robata, sanguches de chicharrón y makis que son puro arte. Todo se elabora con mimo, y la experiencia es perfecta para compartir en grupo con menús entre 55 y 75 euros por persona.
Ronda 14 es el resultado de un matrimonio feliz a tres entre Perú, Japón y Asturias, una combinación que suena rara hasta que uno se sienta y prueba la creación del peruano Mario Céspedes y la asturiana Conchi Álvarez. Aquí, lo mejor de los tres territorios se fusiona para dar lugar a una propuesta culinaria única en Madrid. El ambiente es animado, bullicioso, y el servicio es ágil, alegre y atento; el contexto perfecto para suavizar esos momentos incómodos que suelen surgir cuando el jefe está cerca. Para estas fechas, Ronda 14 ofrece dos menús especiales: el menú corto (40 euros) incluye causitas, rolls de pez mantequilla y chipotle, gyozas de anticucho y una tarta de queso azul con helado de frutos rojos que es pura tentación. Si se opta por el menú largo (50 euros), la experiencia se amplía con más rolls y más sorpresas que despiertan el paladar.
La Bien Aparecida, el restaurante insignia del Grupo Cañadío, es una oda a la tradición cántabra con un toque contemporáneo. Ubicado en la elegante calle Jorge Juan, en pleno barrio de Salamanca, se presenta como un espacio cálido y de bellísimo diseño, ideal para albergar cenas en estas fechas tan especiales. La cocina, liderada por el chef José Manuel de Dios, se nutre de la esencia de la gastronomía cántabra, reinterpretando recetas clásicas con un aire de autor que no pierde la autenticidad de sus raíces. En La Bien Aparecida se puede disfrutar tanto de una carta repleta de platos de temporada como de un menú degustación que se adapta al mercado. ¿Qué esperar? Desde la clásica purrusalda hasta la sorprendente berenjena asada con pesto de hierbas anisadas y café, pasando por las manitas de cerdo con carabinero y los pescados frescos preparados con maestría. Es el sitio perfecto para quienes buscan una experiencia sofisticada sin dejar de lado la calidez, un lugar donde cada plato habla de tradición, pero también de creatividad. Aquí, hasta la cena de empresa más formal se convierte en un homenaje a la buena cocina, ideal para que todos —incluso el jefe— se sientan como en casa.
Ahora bien, la Navidad no se trata únicamente de cenas de empresa. La Navidad también es ese momento en el que uno quiere mimar a los suyos y evitar los quebraderos de cabeza de la cocina casera. Porque, seamos sinceros, a veces el mejor plan para no acabar estresado con la pava en el horno y la cuenta atrás de las uvas es dejar que otros se encarguen de todo. Si no quieren que los compromisos con la familia se conviertan en un "survival" culinario, tal vez sea el momento de dejar la cocina a los expertos. Aquí están tres lugares donde celebrar por todo lo alto la Navidad y la Nochevieja, con copita en mano y sin preocuparse de nada más que brindar por lo bueno que está por venir.
El Hotel InterContinental es uno de esos sitios que se visten de gala para hacernos sentir como estrellas de un clásico de Hollywood. Aquí, el ambiente se inspira en los clásicos crooners, con luces que podrían rivalizar con el mismísimo Rockefeller Center y un derroche de clase digno de Frank Sinatra. Y si lo que se sirve en la mesa es lo que realmente importa, amigos, estamos ante el brunch del año: más de 200 platos en formato buffet, estaciones gastronómicas en vivo, sushi, mariscos, carnes, y una estación de quesos que haría salivar al Rat Pack, con la inevitable fuente de chocolate caliente para rematar. Todo esto acompañado de cava y música en directo bajo la impresionante cúpula del lobby. Por 195 euros —Navidad y Año Nuevo, niños 95— o 155 euros (niños, 75) en Reyes, podrán disfrutar de algo más que un brunch: la Navidad en mayúsculas.
Óscar Velasco y Montse Abellà nos abren las puertas de su casa, recién premiada con su primera estrella Michelín, para hacer de la última noche del año un homenaje a la buena mesa. En VelascoAbellà (Víctor Andrés Belaúnde, 25), este dúo se aleja de las modas y se centra en lo esencial: el producto de temporada, el sabor puro y la técnica perfecta. Aquí, las recetas son reconocibles, pero llevadas a un nivel que las hace únicas, sin ataduras ni pretensiones, solo con la mejor materia prima y la creatividad de quienes saben lo que hacen. La noche del 31 de diciembre, VelascoAbellà se viste de gala con un menú exclusivo (275 euros por persona) que comienza con un cóctel de bienvenida. Luego, los comensales disfrutarán de un aperitivo, seis platos salados, dos postres y petit fours. Por supuesto, no faltarán las uvas de la suerte ni la copa de champán para dar la bienvenida al nuevo año. Todo esto, en un ambiente con aires mediterráneos y la cocina a la vista a través de una cristalera que hace del proceso culinario parte del espectáculo. Además, ‘El Apartamento’ en la planta baja es ideal para quienes buscan una celebración más privada.
Ubicado en el corazón del Madrid de los Austrias, Le Bistroman, el proyecto del hostelero Miguel Ángel García Marinelli y el chef hispanofrancés Stéphane del Río, es ese rincón donde la cocina gala se viste de gala —y sí, el juego de palabras era inevitable—, sin perder ni un ápice de su elegancia y sabor de siempre. Nada de artificios innecesarios, solo lo esencial: buen producto y mejor técnica. El ambiente es refinado, el servicio impecable, y cada plato tiene ese toque francés que tanto gusta, sin caer en pretensiones. Para la cena de Navidad (150 euros), Le Bistroman ofrece delicias como el carré de cordero en croûte, foie gras de pato mi-cuit con puré de piel de limón, y huevo de perdiz con caviar y caldo de pot au feu. Todo acompañado de mantequilla Pamplie, porque aquí se cuida cada detalle, incluso aquellos que no sabía que echaba de menos. Para Nochevieja, un menú de 220 euros que incluye foie gras trufado, cocochas de merluza con caviar, y un soufflé al Grand Marnier que pone el broche perfecto para despedir el año como se debe. Créame, aquí hasta el brindis tiene ese aire de película francesa, de esas que siempre terminan con un final feliz.
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