Gastronomía

¿Tontas, listas, francesas o de Santa Clara? Así son las rosquillas más famosas de San Isidro

Aunque su receta tiene sus raíces en la época romana, la versión madrileña que conocemos comenzó a popularizarse en el siglo XIX

Esta semana da comienzo las Fiestas de San Isidro 2025, donde ya ha tenido lugar el pregón en la Casa de la Villa junto al jugador del Real Madrid, Dani Carvajal. Cada 15 de mayo es típico ir a beber agua del santo en la ermita de San Isidro, pasear por la pradera vestidos de chulapos y chulapas, merendar en el parque a orillas del santo y disfrutar de las verbenas del programa oficial de San Isidro.

En un momento de tradición y costumbres, el chotis vuelve a bailarse en las calles de la capital y la venta de rosquillas se dispara. Aunque para los madrileños es un dulce típico de mayo, muchos españoles se pregunta por qué son tan populares estas rosquillas. Conocidas como tontas, listas, francesas o de Santa Clara, su receta tiene raíces en la época romana, pero la versión madrileña que se conoce comenzó a popularizarse en el siglo XIX.

Por qué se come rosquillas en San Isidro

La historia dice que durante las celebraciones de San Isidro, una mítica vendedora conocida como Tía Javiera, procedente de Fuenlabrada, tenía las mejores rosquillas. Tal fue la fama de este dulce que pronto otros puestos de la ciudad empezaron a vender sus rosquillas, afirmando que eran familiares de Javiera.

Desde entonces la receta se ha ido copiando entre diferentes vendedores hasta el día de hoy, donde casi todos los puestos de la Pradera venden las famosas rosquillas de San Isidro, aunque luego cada uno tiene su peculiaridad.

Cómo distinguir las rosquillas antes de comprar

Quien haya pasado por la pradera de San Isidro seguro que se ha quedado impresionado con las montañas de rosquillas que se venden en los puestos de la feria. Listas, tontas, de Santa Clara o las francesas, son las más tradicionales, pero desde 2022 se añadieron las 'Jubilar' en conmemoración al año Jubilar de San Isidro, pero ¿Cuál es la diferencia entre las rosquillas de Madrid?

Rosquillas tontas

Todas se componen de la misma base, diferenciándose unas de otras simplemente en su acabado final. Las rosquillas tontas no llevan ningún tipo de glaseado o adorno, lo que las convierte en las más tradicionales. Su nombre hace referencia al sabor y calidad que aluden a la sencillez. Son el tipo más antiguo, rescatando su receta en la Edad Media. Sin embargo, han servido de inspiración para el resto de rosquillas, convirtiéndose en innovaciones de las 'tontas'.

Rosquillas listas

Las 'listas' son las más conocidas por los madrileños y conforman el 50% de las ventas totales durante las fiestas patronales. Estas están recubiertas por una capa de azúcar y limón, representadas con un color amarillo muy característico. Aunque fueron una evolución de la original, han conseguido el primer puesto entre los madrileños.

Rosquillas de Santa Clara

Las rosquillas de Santa Clara están cubiertas con merengue blanco y seco. Su origen se encuentra en el Monasterio de la Visitación, ubicado en el distrito Centro de Madrid. Es el más sofisticado de todos y tiene un sabor que contrasta con la sencillez del resto. Es la más elaborada de todas las rosquillas, perfecta para los amantes de los postres contundentes.

Rosquillas francesas

Las francesas encuentran su inspiración en la Reina Bárbara de Braganza, esposa de Fernando VI. Llevan almendra picada y azúcar por encima y fue creada para satisfacer los gustos de la realeza. Aunque no toma su origen de las celebraciones de San Isidro, ha sido bien acogida por los madrileños en los últimos años.

Más de 6,3 millones se consumirán en 2025

Según las estimaciones de la Asociación de Empresarios Artesanos de Pastelería de Madrid (ASEMPAS), los madrileños consumirán más de 6,3 millones de rosquillas durante las fiestas de San Isidro, patrón de la capital. Las pastelerías volverán a poner en venta las emblemáticas rosquillas, con cinco variedades, siendo las 'listas' las más demandadas con el 50% del consumo.

En la lista le siguen las 'tontas', las de Santa Clara y la Jubilar, incorporada en 2022, con un 40%. Por último, solo un 10% de los compradores consumen las rosquillas francesas, según las estimaciones de las pastelerías artesanas madrileñas. Para promocionar el postre, la ASEMPAS realizará varias presentaciones y pondrá en marcha la Ruta de las Rosquillas de Madrid 2025, disponible del 1 al 31 de mayo.