Moda
Un viaje desde la capa española al «street wear» sin perder la esencia
La firma madrileña Oteyza, acaba de presentar en Madrid es Moda «Synchronicity» su colección más funcional para el próximo invierno
Desde hace tiempo, la capital se ha convertido en sinónimo de conocimiento, experiencia, tradición, pasión, autenticidad y virtuosismo en cuanto a moda se refiere. Ejemplo de ello ha sido la última edición Madrid es Moda que concluía el pasado lunes. Bajo el nombre «Manos de plata, corazón de oro», esta nueva entrega ha rendido homenaje al arte de los oficios españoles. Y si hay una firma madrileña que lleva reflejando estos valores desde su nacimiento, hace ya once años, es Oteyza. Una pequeña y joven sastrería masculina del barrio de Justicia (Conde de Xiquena, 11) que ha logrado hacerse un hueco en el mundo de la moda a todos los niveles. Recién aterrizados desde Le Marais, este lunes podíamos descubrir en formato showroom «Synchronicity», la nueva colección para el próximo invierno que han presentado durante su séptima temporada en la Semana de la Moda de París. Una propuesta protagonizada por el color y tejidos como la lana y el neopreno. Entre sus novedades destacan la Mira, la simbiosis perfecta entre España y Japón hecha abrigo o la Landa, la reformulación de la chaqueta vaquera y la Harrington pero con un punto Oteyza gracias a su asimetría y su doble cuello.
Caracterizados por ser creadores de prendas de vestir de alta costura, esta colección es reflejo de una continuidad por el nuevo camino hacia la ropa funcional con diseño que tomaron justo después de la pandemia. «Sufrimos mucho porque desde entonces la gente ha cambiado su forma de vestir y dejó de tener esa vida social donde podía lucir nuestras piezas. Ahí fue donde creímos que había una falta de ropa elegante pero ponible», relata Caterina Pañeda, una de las fundadoras de la firma a LA RAZÓN. Fue entonces cuando nacieron sus «sneakers» hechas a mano en Alicante, con el mejor cuero de Ubrique como sustitución al zapato tradicional. Sudaderas confeccionadas con el mejor algodón ecológico o su pantalón Vela, una revisión al pantalón «jogger» con cinturilla y cremallera. «Sin perder la insignia de la casa, buscamos fomentar prendas que sean muy versátiles que puedan llevarse tanto de día como de noche según las complementes», apunta. Así, dicen seguir trabajando en ese aterrizaje del «street wear» y este verano verán la luz su versión de los polos y las camisetas.
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|||images/play_instagram.jpg">Aunque los reyes de la casa son sin duda sus trajes, la capa española y el sombrero cordobés, están seguros de que más pronto que tarde comenzarán a recoger los frutos de esta nueva opción. «Aún no ha pasado el tiempo suficiente para que nuestro público lo incorpore a su lenguaje. Se respira que partimos de la tradición para poder evolucionar a la vanguardia y hace que nuestro círculo de clientes esté abierto y no nos encasillemos mucho en un tipo de público», apunta Paul García de Oteyza, su otro fundador. Y confiesan que una de las cosas de las que más se sienten orgullosos es de haber roto con ese concepto de sastrería a la que, por propia experiencia, resultaba imponente entrar. Aunque lo más bonito de su proceso, dicen, es haber empezado la casa por los cimientos. «Abrimos una tienda solo con sastrería, hemos ido evolucionando poco a poco, incorporamos prêt-à-porter, pero hemos vendido desde el primer momento para conocer a nuestro cliente y testar nuestro producto», desvela Pañeda. Es en estas relaciones que se establecen gracias a este oficio donde creen que Oteyza logra brillar.
Así, la firma madrileña ha logrado ser embajadora oficial de Madrid Capital de Moda, Premio Nacional de Moda 2018 y puede presumir de haber inaugurado en dos ocasiones Pitti Uomo, la feria anual más prestigiosa de moda masculina, además de haber participado en la Mercedes Benz Fashion Week Madrid y la París Fashion Week. Pero si algo les ha diferenciado desde sus inicios es que siempre han hecho la presentación de sus colecciones lejos de los desfiles al uso. «Entendíamos que la moda tiene que tener esa parte de show y tocar más sentidos que simplemente la vista. Estimular al público, que cada vez es más exigente y busca vivir nuevas experiencias», confiesa García de Oteyza. En 2016, protagonizaron las portadas de revistas internacionales cuando él mismo cortó una capa de seis metros. Ya en Madrid, en su primer desfile, llevaron varias ovejas merinas para reivindicar su preciada lana y en el segundo vistieron a los bailarines del Ballet Nacional de España en un «performance» que mezclaba el flamenco y la música electrónica y que acabó siendo el vídeo más visto de la historia de las redes con más de 60 millones de visitas.
Este año, quieren dar un paso más allá y van a producir una nueva sobre la historia de la oveja merina que verá la luz el próximo mes de octubre. «Será un espectáculo de cuatro actos, con doce bailarines en escena, contando una historia y mucha moda. Buscamos que se valore moda al mismo nivel que las artes escénicas, por eso el que quiera verlo tendrá que pagarlo», desvela García de Oteyza. Un espectáculo donde ver el universo, la plástica, estética y vestuario de Oteyza. Una ventana de 360 grados abierta a la firma.
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