Sociedad

Cambios climáticos

Bruselas propone 100.000 millones de euros para la transición energética sin explicar de dónde va a sacar el dinero

Von der Leyes aspira a convencer a los países del Este para alcanzar emisiones de 0 en 2050

European Green Deal presented at EU Parliament in Brussels
Ursula Von der Leyen, presidenta de la Comisión EuropeaOLIVIER HOSLETEFE

Bruselas quiere convertirse en la conciencia global contra el cambio climático. Por eso hoy la presidenta del ejecutivo comunitario, Úrsula Von der Leyen, acaba de presentar su Pacto Verde Europeo con el que pretende la desaparición de los combustibles fósiles en el club europeo el año 2050. Para ello, propone acelerar el recorte de los gases con efecto invernadero hasta el 50% o 55% en el año 2030 cuando la meta actual estaba prevista en el 40%.

Este plan denominado Green Deal en inglés tiene ecos al New Deal impulsado por Roosevelt, pero la gran diferencia es que aquí el dinero público contante y sonante brilla por su ausencia, al menos por el momento aunque el ejecutivo comunitario haya prometido movilizar hasta 100.000 millones de euros. En un intento de añadir épica a la propuesta de hoy, Von der Leyen ha asegurado que el club comunitario se enfrenta a su momento “hombre en la luna”.

Pero la presidenta del ejecutivo comunitario es consciente de las numerosas reticencias a las que se enfrenta este plan en países con economías fuertemente dependientes del carbón y por eso propone un fondo amortiguador con el objetivo de no dejar a nadie en el camino. Mañana se celebra en Bruselas la habitual cumbre del mes de diciembre y los jefes de Estado y de Gobierno deben aprobar un texto de conclusiones en el que se comprometen a alcanzar la neutralidad climática en el año 2050. Hasta ahora, ha sido imposible llega a un acuerdo ante el veto de Polonia, República Checa y Hungría. Ya han sido dos cumbres europeas de máximo nivel en las que ha sido imposible llegar a un acuerdo.

El ejecutivo comunitario calcula que para conseguir los actuales objetivos serán necesarios 260.000 euros anuales de inversión europea adicional, lo que supone el 1,5% del PIB europeo según los datos de 2018. A principios del año que vienen el ejecutivo comunitario presentará una propuesta detallada sobre cómo piensa sacar este dinero, con el objetivo también de involucrar al sector privado. Por el momento, Bruselas pretende que la cuarta parte del marco presupuestario para los años 2021 y 2027 se destine a la transición ecológica y que esto sea tan sólo la punta de lanza para movilizar la cantidad antes mencionad de 100.000 millones de euros a través también de la acción del Banco Europeo de Inversiones. Como muleta, Bruselas también tiene previsto utilizar nuevos impuestos al plástico y los ingresos que genera el sistema de emisiones de gases con efecto invernadero.

Dentro de las propuestas concretas que la Comisión Europea irá desvelando durante al año 2020, están incluido un impuesto al carbón en frontera para los productos de terceros países, con el objetivo de que empresas europeas no se vean amenazadas por la deslocalización, la ampliación del comercio de emisiones a otros medios como la aviación, una fiscalidad más justa para los productos que luchan contra el cambio climático y medidas para que la agricultura y ganadería europea sean más respetuosas con el medio ambiente.