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Medio Ambiente

Eléctrico, ecológico y eficiente: el servicio de reparto postal del presente

Ampliar su flota eléctrica, optimizar las rutas de reparto y promover la conducción eficiente son algunas de las soluciones con las que Correos logra que sus emisiones de CO2 por trayecto de mensajería desciendan año tras año

Una de las 600 motocicletas eléctricas de Correos
Una de las 600 motocicletas eléctricas de CorreosCorreos

Los orígenes del servicio de comunicación postal pertenecen a un tiempo y cultura ancestrales. Una de las primeras referencias que encontramos sobre su existencia data del año 4000 a.C., en la antigua civilización china. Ya entonces se utilizaban mensajeros a caballo que recorrían los caminos con los primeros comunicados oficiales. Más de 60 siglos después, han sido sustituidos por motocicletas eléctricas; «corceles de hierro» ecológicos, sostenibles y, sin duda, más eficientes que los de carne y hueso.

El vehículo eléctrico (VE) se ha convertido en una pieza clave para los servicios postales de todo el mundo. En España no es diferente. Correos, que reparte más de 2.500 millones de envíos al año, amplió su flota de motos eléctricas el pasado junio, con 600 nuevas unidades. Este movimiento les valió el título de pioneros en el uso de vehículos de cero emisiones a nivel nacional.

La importancia de implantar este modelo de transporte nace de la necesidad de neutralizar uno de los principales focos contaminantes de los servicios postales en entornos urbanos: la entrega de envíos en «la última milla». Es decir: el recorrido que el conductor realiza desde el último punto de distribución (un almacén, una tienda u otro centro) hasta que el paquete llega a manos del comprador final. Una de las principales preocupaciones del sector es, pues, reducir las emisiones de NOX y CO2 en estos trayectos.

MENOS EMISIONES

Correos trabaja en reducir el impacto de la última milla desde hace años. «Uno de los mejores ejemplos son nuestros 11.181 carteros, que recorren a pie un total de 12.116.626 km anuales», señala su subdirectora de Relaciones Internacionales y Sostenibilidad, Elena Fernández. Asimismo, disponen de una de las mayores flotas sostenibles del sector, con «más de 1.000 vehículos eléctricos para el reparto de última milla, que son 0 emisiones porque el 100% de la electricidad que consume Correos es renovable», destaca.

Las emisiones de CO2 por paquete descienden año a año. «Durante 2019 fueron un 8% menores que en 2018 y un 77% inferiores que en el año 2014», expone Fernández. Con estas cifras, están «seguros» de que conseguirán alcanzar uno de sus objetivos para 2020: que las emisiones por envío no aumenten más de un 2% respecto a 2013, pese al crecimiento de los volúmenes de paquetería.

Los VE son «una pieza imprescindible dentro una estrategia más amplia para hacer las ciudades habitables», apunta. La apuesta de Correos por la movilidad sostenible se inició en 1996. Desde entonces, la empresa evalúa e incorpora combustibles alternativos a los derivados del petróleo. Ya en el año 2000, probaron el primer VE a través de su proyecto Zeus. Pero la tecnología y las infraestructuras del servicio postal en España se han desarrollado y mejorado mucho en los últimos años. La incorporación de nuevas tecnologías y medidas de eficiencia permitió a Correos evitar la emisión de 277,23 toneladas de CO2.

Pero la apuesta de la compañía por reducir su impacto medioambiental no se detiene en la renovación de sus vehículos. También trabaja en disminuir la cantidad de kilómetros que sus conductores tienen que recorrer. «Mientras seguimos avanzando en la electrificación de la flota, también incorporamos otras mejoras que reducen emisiones, y hemos desarrollado un plan de optimización y planificación de las rutas para reducir los kilómetros recorridos». ¿Cómo? Pues gracias a la aplicación de tecnología que, todavía hoy, puede resultar futurista. «Contamos con dos herramientas imprescindibles. Por un lado, con sistemas de apoyo de navegación. Y, por otro, con la planificación de las rutas de reparto a partir de algoritmos de optimización, que nos permiten encontrar el mejor camino posible sin necesidad de probar todas las combinaciones». Su utilidad se entiende mejor al considerar que, para una unidad de 500 envíos, la cantidad de combinaciones posibles a testear sería un número de 1.100 cifras.

Sin embargo, Fernández confiesa que «la tecnología no es suficiente para reducir el impacto de nuestra flota, de más de 14.000 vehículos». Por eso, pone en valor «el conocimiento que tienen los carteros sobre las rutas de reparto, que sigue siendo a día de hoy la mejor herramienta que tenemos para realizarlas de la forma más eficiente posible». El estilo de conducción es «clave para disminuir emisiones y alargar la vida útil de los vehículos», explica. Por ello, Correos imparte formación en conducción eficiente a sus empleados. El año pasado cerca de 19.000 la recibieron, lo que permitió reducir el consumo de combustible un 18%.