Medio Ambiente

Psicopandemia

Ramón Tamames, economista y político español, miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas / Foto: Gonzalo Pérez
Ramón Tamames, economista y político español, miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas / Foto: Gonzalo Pérezlarazon

Varias veces me he referido ya en esta columna a las sesiones que todos los martes, ahora en gran medida de manera telemática, tenemos en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas (RACMYP). Donde analizamos los temas de una cierta relevancia, para su debate; como sucedió el pasado martes 16 de febrero. Cuando el Prof. Helio Carpintero, realizó un extenso análisis sobre Psicología y Pandemia; con todo su amplio bagaje sobre la cuestión, por ser miembro de la Racmyp, y al mismo tiempo presidir la muy recientemente creada Academia de Psicología. En esa sesión, se revisaron las muchas encuestas que ya hay sobre los psicoefectos de la pandemia. Y en el debate que siguió, me permití hacer alguna referencia a las consecuencias del prolongado ocio que vivimos durante los confinamientos. En ese sentido, insistí en la impresionante incidencia del televisor, con nuevas fórmulas para grandes audiencias, especialmente las series cuya visión por millones de telespectadores cambia usos y hábitos, y hasta puede crear psicodependencias más que notables, todavía no suficientemente estudiadas.

En esa dirección, me referí al caso paradigmático «Gambito de Dama»: una joven ajedrecista imaginaria, que llegó a superar a los maestros internacionales más famosos, con un impacto mediático, que agotó los stocks de tableros de ajedrez y de las dieciséis figuras blancas y negras; de lo que es el juego de los juegos, de legendaria invención en la India.

De ahí pasé al tema del influjo global de las grandes sociedades superexponenciales (Google, Amazon, Facebook, Apple, Netflix, HBO, etc.), que hoy están entre las diez primeras de la Bolsa de Nueva York, y que durante la crisis pandémica han experimentado crecimientos y ganancias casi increíbles. La pregunta es si estamos ante una nueva globalización mental que no sabemos adónde llegará. Habrá que seguir la pista a esas nuevas multinacionales, verdaderos Estados soberanos...