Medio Ambiente

Sostenibles

La dieta mediterránea, más necesaria que nunca
Hay que dar prioridad a las frutas y verduras frescas frente a los alimentos ultraprocesados y azucaradosKai FörsterlingEFE

El mensaje de la sostenibilidad va calando como una lluvia fina entre los consumidores, también en la alimentación. Los últimos datos que confirman esta tendencia proceden de un estudio realizado por SAP España, que indica que un 46% de los consultados escogería una marca de alimentación reconocida por ser sostenible y que un 48% consideran muy importante que haya un suministro de estos alimentos.

Preocupa igualmente la huella de carbono, de manera que seis de cada diez participantes afirma que querría conocer el impacto de lo que come y casi uno de cada cinco declara que ya lo hace. Este creciente interés parece demandar una respuesta firme por parte de las empresas en cuanto a la transparencia, con un etiquetado claro que incluya la mayor información posible en cuestiones como el origen sostenible de los productos o sobre su elaboración. También se hace necesaria una mayor labor de concienciación sobre las políticas de sostenibilidad y los beneficios que estas prácticas proporcionan.

Pero hay otro factor, si cabe, más importante para promover el consumo de alimentos sostenible, y es el precio: un 66% de los consumidores dice estar dispuesto a pagar más por estos productos, eso sí, cuando la diferencia sea marginal. En realidad, todo está relacionado: el consumidor tendrá mayor disposición a pagar (un poco) más si está concienciado y tiene garantías sobre lo que compra. Y aún con todo, se debería avanzar hacia una oferta accesible para que el mayor número de personas pueda disfrutar de estos productos, de manera que sean exclusivos en cuanto a sus ventajas, más que por el perfil de sus destinatarios.