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Medio Ambiente

Jano García, economista y escritor: «Te venden que si no usas bolsas de cartón es que quieres que el planeta se extinga»

Jano García
Jano GarcíaEnrique CidonchaLa Razón

Es uno de los «influencers» más controversiales de Internet. Jano García (Valencia, 1989) arrasó con su crítica sobre la gestión de la pandemia y ahora repite con un nuevo fenómeno editorial: «El rebaño», donde critica a una sociedad dócil, en la que imperan dogmas apenas cuestionados, como el cambio climático.

¿Niega el cambio climático?

No, en absoluto. Negarlo es una estupidez; lo que sí que niego es que sea irreversible y que un papel firmado por cuatro burócratas en una cumbre vaya a pararlo. O que la responsabilidad sea del blanco occidental. ¿Por qué en España, que solo produce el 0,9% de las emisiones globales, nos tienen que «crujir», mientras China emite más del 30% y sigue su camino?

¿Por qué habla de apocalipsis climático?

Porque ellos no te venden el cambio climático, te venden  un apocalipsis tal que, si no usas bolsas de cartón en vez de las de plástico, es que eres mala persona y quieres que el planeta se extinga.

¿Nos hacen sentir culpables?

Sí, la culpa siempre es del blanco occidental que, como tiene todas sus necesidades cubiertas, ahora se puede dedicar a estas estupideces. Somos soberbios. Nos creemos el centro del mundo y ya no lo somos. ¡Que lleven a Greta Thunberg a la India o a China, a ver qué pasa! Pero no, la traen a Occidente mientras China sigue batiendo récords de consumo de carbón y, a la vez, fabrica placas solares que luego nosotros compramos para salvar al planeta. Es un absurdo.

¿A quién beneficia el apocalipsis climático?

A los estados les viene fenomenal. Ellos te dicen «necesito dinero para salvar el planeta» y tú se lo das porque, si no, eres un ser perverso que quiere que la gente se muera. Pero, ¿en serio te crees que el planeta depende del gasto público de un gobierno? Bajo esa premisa, nos meten tasas e impuestos por todos los lados; eso sí, no te preocupes, que te van a salvar.

¿Qué tasas?

Por ejemplo, la subida de la factura de la luz, que se debe a impuestos para fomentar la energía verde. Al rico le da igual, va a seguir poniendo el aire acondicionado, pero el pobre no. O Madrid Central, sin ir más lejos. ¿Quién tiene prohibido entrar a esta zona? El pobre, que no puede cambiar su coche por uno más «eco-friendly». ¿Y quién se puede comprar un coche eléctrico? Pues el rico, y encima esta compra tiene una subvención pagada por todos, por los pobres. Pero claro, a ti te dicen que tienes que ir en metro o en autobús. Me alucina la izquierda que tenemos en España que, en vez de criticar medidas que perjudican al pobre, están a favor.¿El cambio climático tiene ideología?

No tiene ideología, pero se ha convertido en un dogma que los políticos utilizan. A través de él, comprando ese discurso apocalíptico, lo que te dicen es que necesitas que el Estado se preocupe por ti. Que el Estado está aquí para salvarte de cualquier problema.

¿Qué es el rebaño?

El rebaño prácticamente es eso: no nos cuestionamos nada, nos fiamos de nuestros pastores por un camino que nos lleva al precipicio. Dejamos en manos de terceros países nuestra capacidad energética: si se enfada el jeque o el tirano, nos corta el gas y nos quedamos sin energía. Alemania quiere que el 80% de su energía sea renovable en 2050, pero luego le llora a Putin para que le dé gas. El rebaño es ese idiota incapaz de percibir un suicidio energético sin precedentes a cambio de que unos vendedores del apocalipsis se llenen los bolsillos. Luego llegarán los lloros y nos preguntaremos por qué ha pasado.

¿Soluciones?

Combinar energías con las renovables, hacer un mix energético que sea competitivo. Lo que no puede ser es que estemos demasiado ocupados salvando al planeta como para olvidarnos de competir en un mercado global, creyendo que tú solo vas a ser capaz de tener una energía verde y barata. ¿Qué quieres, que vivamos en la miseria? Todavía no es posible ser competitivo solo con renovables; dentro de 50 años, quizá lo sea.