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Medio Ambiente
La movilidad eléctrica también abre tienda en el centro de la ciudad
Silence, la marca de vehículos eléctricos de Acciona, inaugura su primer espacio comercial urbano en pleno Madrid
Una de las claves de la movilidad eléctrica es ponérselo fácil al ciudadano. Lo tienen muy claro en Silence, la marca de vehículos eléctricos de Acciona. Y, justamente a ese propósito responde la apertura de la primera tienda física de la marca en Madrid, a la que seguirán otras cinco en los próximos meses.
Con esta, situada en la calle Serrano y a dos pasos del estadio Santiago Bernabéu, la marca inaugura algo más que una tienda. Más bien es una superficie comercial abierta a ofrecer diferentes soluciones, servicios y experiencias a los clientes.
A una zona de taller,- que al ser de vehículos eléctricos más parece un quirófano limpísimo porque no hay la grasa habitual de los talleres convencionales para motores de combustión-, en el espacio Silence se suma una«battery station». Es decir, un punto en que los usuarios pueden recoger baterías ya cargadas, para sustituirlas por las de su vehículo cuando lo necesiten. Siempre habrá 50 baterías cargadas y disponibles, de manera que solo se tratará de dejar una y coger otra.
Además, el espacio Silence de la calle Serrano es un ámbito abierto a la ciudadanía, con el objetivo de convertirse en un punto de generación de actividades vinculadas a la movilidad sostenible.
Por ejemplo, al ser los mecánicos de este tipo de vehículos «técnicos con una formación añadida en informática y electrónica, y el espacio Silence ofrece también un campo de especialización muy interesante para nuevos profesionales», explica Juan José Conde Responsable de Estrategia y Negocio B2B de Silence y movilidad de Acciona.
La solución junto al problema
La movilidad eléctrica aporta soluciones a los problemas que plantea la movilidad no sostenible: dificultades para el aparcamiento, ruido, contaminación y atascos. Con este tipo de espacios comerciales «la marca pretende llevar la movilidad eléctrica allí donde los ciudadanos perciben claramente el problema que supone la otra». Aparte de que, para Conde es, «sin duda el futuro inmediato de las ciudades: es la alternativa cómoda, segura, económicamente rentable y ambientalmente sostenible».
Pero, ocurre que algo que está ralentizando la penetración de los vehículos eléctricos es el lento crecimiento de los puntos de recarga rápida de las baterías.
Ahí es donde entra la solución que ofrece la `battery station´, ya que la marca Silence «anima a los usuarios a suscribirse a un sistema de intercambio de baterías. Así, además de cargar la suya en un punto de recarga rápida o en cualquier enchufe doméstico, simplemente pueden cambiarla por otra ya cargada. Que siempre estará en perfecto estado de uso y sin problemas de obsolescencia», destaca Conde. Este sistema es la fórmula idónea para cumplir con ese objetivo enunciado al principio de ‘ponérselo fácil al ciudadano’, «para que los conductores tengan que modificar sus hábitos lo menos posible. Con el intercambio tardan el mismo tiempo en tener su batería eléctrica cargada que el que se invertía en poner gasolina, un par de minutos».
Es una alternativa a cargar la batería en casa «pero, si no optan por el intercambio, las motos de Silence cuentan con un trolley con ruedas que facilita extraer la batería y llevarla a cargar a cualquier enchufe doméstico».
Diez puntos de intercambio
Los primeros intercambiadores de baterías, situados en gasolineras, se pusieron en marcha en Barcelona; y el plan de Acciona, de la que es filial Silence, es poner en funcionamiento próximamente otros diez, cinco en la capital catalana y otros cinco en Madrid.
Con esta iniciativa Acciona, a través de su marca de vehículos eléctricos, más allá de sumarse a la tendencia de ofrecer experiencias, «lo que quiere es ser vector de transformación del parque móvil español, contribuyendo a su electrificación mediante vehículos robustos y asequibles». Para Conde, se trata de una corriente «en la que ya no están solo quienes piensan en el medio ambiente. Es que, con los actuales precios de los carburantes, un vehículo eléctrico se amortiza rápidamente y con ellos se puede acceder sin preocupaciones al corazón de las ciudades», subraya.
Perfil del motero eléctrico
Según los datos de la marca, entre los compradores más habituales de sus motos hay muchas personas de entre 40 y 50 años, hombres y mujeres, que eligen este tipo de vehículos porque tienen una conducción menos agresiva, con menos ruido, con conectividad y, sobre todo, por la posibilidad de acceder a las zonas de bajas emisiones que todos los municipios de más de 50.000 habitantes -y los de 20.000 que rebasen los límites. de contaminación regulados-, tendrán que establecer a partir del año próximo.
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