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Así de rápido se recuperó el suministro eléctrico tras la DANA
i-DE movilizó a más de 500 personas, que se desplazaron a Valencia para restablecer la luz en tiempo récord

Los mensajes de Raquel dejaron de llegar la noche del 29 de octubre. Horas antes, se había desplazado desde Almansa (Albacete) hasta la tienda de Ikea en Alfafar junto a su pareja, con la intención de amueblar su primer hogar. No esperaban que una DANA asolara Valencia. Al terminar sus compras lograron arrancar el coche, pero a los pocos kilómetros la fuerza del agua les obligó a estacionar. Eso fue lo último que supo la madre de Raquel antes de que la batería del teléfono móvil de su hija se agotara. «Por suerte, una mujer nos vio desde la ventana. Nos echó una cuerda y, una vez dentro, nos acogió en su casa sin conocernos de nada. Aquella noche dormimos juntas unas 10 personas. Al día siguiente, la luz había vuelto y pude cargar el móvil», cuenta la joven de 31 años. «Desde allí, llamé a mi madre para decirle que estábamos bien».
La DANA dejó sin suministro eléctrico durante horas a más de 155.000 clientes de la provincia de Valencia. Se enfrentaron a la adversidad con la incertidumbre de no tener cobertura, luz ni electricidad. Los daños físicos provocados por el agua afectaron gravemente a las redes de transporte y de distribución de energía. Las primeras las gestiona Red Eléctrica que, tras una primera inspección aérea, llegó a contabilizar más de una veintena de torres de alta tensión caídas y siete «seriamente dañadas», principalmente, en Catadau. Las redes de distribución en las áreas azotadas por la DANA las gestiona, en su mayoría, Iberdrola a través de su distribuidora, i-DE, que también registró inundaciones en dos subestaciones y numerosos centros de transformación.
La respuesta de i-DE fue inmediata y coordinada. Desde el primer momento, la compañía movilizó a 500 técnicos de todos los rincones de España, entre personal propio y empresas contratistas, que se prestaron voluntarios para recuperar los tendidos dañados y devolver la luz a los vecinos afectados. En las primeras 24 horas, más de 200 profesionales se desplazaron desde otras provincias para sumarse a los trabajos en campo. Su labor permitió que, en apenas 48 horas, el 90% del suministro eléctrico quedara restablecido y que, en poco más de 72, se recuperara prácticamente la totalidad del servicio.

La rapidez en la reposición del suministro eléctrico no solo fue fruto del esfuerzo humano, sino también de la tecnología con la que Iberdrola ha digitalizado sus instalaciones de distribución. En momentos críticos, esta modernización permitió localizar con precisión las zonas afectadas y priorizar los trabajos de reparación. Para hacer frente a la emergencia la compañía desplegó más de 120 grupos electrógenos, que fueron conectados en más de 250 ubicaciones estratégicas como Alfafar, Cheste, Paiporta, Ríbarroja, Torrent y Utiel, entre muchas otras. Estos se iban reubicando de forma dinámica, es decir, que se trasladaban en cuanto se restablecía el suministro en un área para ser instalados en otra donde eran necesarios.
Además, se repararon aproximadamente 4.000 incidencias de baja tensión y se movilizaron más de 25 camiones con material eléctrico. La compañía también mantuvo una comunicación constante con las administraciones públicas a todos los niveles –estatal, autonómico y local–, participando activamente en el Centro de Coordinación Operativa Integrado, el órgano encargado de coordinar la emergencia.
Las claves que evitaron el apagón

La caída de varias líneas de transporte y distribución en la subestación de Catadau puso al sistema eléctrico valenciano en una situación crítica. Solo la pronta actuación en las principales centrales de generación eléctrica de la región (gestionadas por Iberdrola) evitó un apagón generalizado. En primer lugar, la central nuclear de Cofrentes tomó la decisión de reducir su carga para evitar un disparo automático debido a las oscilaciones en la red. Esta maniobra permitió mantener la generación de energía y estabilizar parcialmente el sistema.
Luego, ante la urgente necesidad de salvaguardar el suministro eléctrico en la zona, el operador de red solicitó la entrada en funcionamiento de la central hidroeléctrica de La Muela, que en cuestión de minutos comenzó a operar a plena capacidad, pues la tecnología hidroeléctrica de bombeo es uno de los sistemas más rápidos y eficientes para almacenar y generar energía a gran escala. Además, la central de ciclo combinado de Castellón tuvo que ponerse en marcha de forma «urgente», acortando los plazos habituales para garantizar el suministro en toda la provincia.
Una vez repuesto el suministro, i-DE continuó con el envío coordinado con la Generalitat Valenciana de brigadas de instaladores eléctricos a los edificios y viviendas afectados por las inundaciones, para reparar instalaciones y cuadros eléctricos. A fecha de hoy, el suministro se ha restablecido casi por completo, a excepción de algunos hogares en los que los fallos eléctricos no proceden ya de la red exterior. De forma paralela, Iberdrola se encuentra en fase de reconstrucción de las instalaciones dañadas: sustituir torres de alta tensión, reforzar líneas de media tensión y rehabilitar los centros de transformación anegados.
Pero lo más conmovedor no fue la respuesta técnica, sino la humana. Los ciudadanos en pueblos como Catadau, Carlet y Chiva, recibieron a los electricistas y técnicos entre aplausos, en reconocimiento por su esfuerzo y rapidez. «Las muestras de gratitud de los vecinos fueron impresionantes», recuerda Jesús Martín Criado, de la brigada de I-DE en Béjar (Salamanca). La colaboración de los afectados y el apoyo mutuo fueron la energía que necesitaron para arrojar luz: «Fue muy emocionante ver ese nivel de solidaridad».
Iberdrola activa en Valencia el rediseño de la red
La compañía ultima los detalles del plan de rediseño de su infraestructura de distribución eléctrica. Cuenta con un equipo propio dedicado en exclusiva a este proyecto para «crear una red para el siglo XXI», según informó su presidente, Ignacio Galán, que ha visitado Valencia en varias ocasiones tras la DANA y que, este año, cambió el mensaje de felicitación navideña para los más de 40.000 empleados de la compañía por una conexión en directo desde el Centro de Operación de Distribución de Valencia con las sedes de Madrid y Bilbao. Desde allí, informó de esta actuación que conllevará una inversión millonaria para poner en marcha «medidas de resiliencia que incluyen cambios de diseño en los activos para mitigar la afección en caso de futuros temporales» y enfatizó que Iberdrola «no escatimará en recursos, técnicos humanos y materiales para que la nueva infraestructura sea modélica; ejemplo para España y el resto del mundo».
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