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Agua
Cuidar nuestra Tierra ante el desafío de la sequía
En el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, AGBAR se alinea con las Naciones Unidas al poner el foco en la necesidad de emprender acciones ambientales y proteger nuestro planeta
La mitad de la población mundial sufre ya el impacto de la degradación del planeta que, según datos de la Convención de las Naciones Unidas contra la Desertificación, afecta al 40% de las zonas terrestres.
En lo relativo a la sequía, cabe señalar que, desde el 2020, el número y duración de los períodos de sequía han aumentado un 29%, lo que hace urgente la puesta en marcha de medidas para evitar que, tal y como se prevé, de cara a 2050 ésta afecte a más de las tres cuartas partes de la población mundial.
Y España no es ajena a esta situación. Es más, es uno de los países de la Unión Europea donde más impacto está teniendo la sequía.
Ante esta situación, en el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, que se celebra hoy, Naciones Unidas ha querido poner el foco en restaurar las tierras, detener la desertificación y fortalecer la resiliencia a la sequía. En esta línea, alerta sobre la urgencia de emprender acciones dirigidas a proteger y revitalizar los ecosistemas a nivel mundial, tanto desde el sector público como desde el privado y siempre con la implicación de la ciudadanía.
Acorde con este llamamiento de Naciones Unidas, Agbar, que forma parte del grupo Veolia y en España suministra agua a 13 millones de personas y presta servicio en más de 1.100 municipios, desarrolla soluciones innovadoras para la preservación del agua y el cuidado y restauración de los ecosistemas naturales, acciones que se enmarcan en la estrategia del grupo en la lucha contra el cambio climático.
Reutilización del agua
En esta línea, la compañía apuesta por la economía circular con acciones dirigidas, entre otras cosas, a la regeneración y posterior reutilización del agua. De esta manera, es posible dar una segunda vida a las aguas residuales, algo de vital importancia en el contexto de sequía en el que nos encontramos.
Por lo tanto, tras un tratamiento avanzado del agua para su regeneración, aquella que proviene de las depuradoras se destina a nuevos usos para las ciudades, la agricultura o la industria, tales como el riesgo de zonas verdes y campos agrícolas o la limpieza de calles. Ese agua tratada también se puede devolver al medio ambiente a través de ríos y acuíferos y todo ello contribuye a la reducción de la presión sobre los recursos hídricos y a hacer posible una menor dependencia de la climatología.
Así, por ejemplo, en el área metropolitana de Barcelona, el 25% del agua que se consume ya es regenerada y proviene de la ecofactoría del Baix Llobregat.
Naturalización de instalaciones
Más allá de la reutilización de las aguas residuales, otro de los ejes claves de la estrategia de Agbar para abordar los retos que plantea el cambio climático es la naturalización de las instalaciones que gestiona para transformarlas en infraestructuras verdes totalmente integradas en su entorno natural, favoreciendo así sus funciones ecológicas y la biodiversidad local.
Con este objetivo, Agbar ha apostado por la eliminación del uso de fitosanitarios, la incorporación de protocolos de actuación para combatir las especies exóticas invasoras y la elaboración de la huella ecológica de aquellas instalaciones que se encuentran en zonas sensibles, así como la implantación de planes de acción de biodiversidad.
Gracias a estas medidas, se han creado las circunstancias para la reincorporación de algunas especies a punto de desaparecer, como la malvasía cabeciblanca en la depuradora de Cabezo de Beaza o el ratonero patudo en los humedales de depuración de Begudà, Girona.
Soluciones basadas en la Naturaleza
Además, en el marco de esta estrategia desplegada por Agbar para contribuir a la preservación del medio ambiente, la compañía ha recurrido a soluciones basadas en la Naturaleza (SbN), las cuales se inspiran en el funcionamiento de los ecosistemas para preservar la biodiversidad y favorecer una adaptación a los efectos del cambio climático más sostenible, que además permite aumentar la resiliencia y frenar la pérdida de biodiversidad.
En esta línea, Hidraqua, que forma parte del grupo, ha creado en Rojales, Alicante, una zona húmeda artificial con agua regenerada, la cual evita vertidos al medio en episodios de lluvias torrenciales.
Así, la compañía, que ha contado con la colaboración del ayuntamiento, ha construido cinco lagunas artificiales en el parque de El Recorral para, de esta manera, dar lugar a un humedal rico en biodiversidad. Así mismo, se ha revegetado los espacios naturales con planta autóctona y se ha instalado refugios de fauna.
Además, el agua regenerada que se usa para regar las zonas verdes ha favorecido el asentamiento y reproducción de especies acuáticas que se establecen en las lagunas artificiales, las cuales han atraído, además, a un gran numero de seres vivos, tanto aves, como anfibios, reptiles, mamíferos o invertebrados.
A todo ello hay que sumar la labor que Agbar lleva a cabo en el ámbito de la concienciación ambiental, impulsando iniciativas como exposiciones, talleres o actividades de limpieza y recogida de residuos en playas, en las que pueden participar tanto los trabajadores de la compañía como la ciudadanía en general.
En definitiva, ante la situación de sequía y progresiva desertificación en la que nos encontramos, es crucial el impulso de acciones para frenar el cambio climático y paliar sus efectos y ello requiere la implicación de todas las personas, cada uno desde su ámbito.
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