Sección patrocinada por
Día Mundial del Agua
¿Puede España llegar a una gestión más eficiente?
La aplicación de la economía circular en el agua es uno de los objetivos más ambiciosos para la sostenibilidad, y no estamos lejos de lograrlo
La economía circular en el ciclo del agua y en su gestión es una de las piezas clave en el camino hacia la sostenibilidad. La escasez de este imprescindible recurso natural hace que su correcta distribución sea uno de los principales puntos de fricción y debate en las diferentes administraciones e instituciones encargadas de ello, como se ha visto las últimas semanas en diferentes puntos de nuestra geografía, donde la escasez de lluvias ha llevado a ayuntamientos a aplicar medidas restrictivas de emergencia en numerosas localidades.
Alberto Garrido, catedrático de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) y director del Observatorio del Agua de la Fundación Botín, considera que el agua y su gestión es muy importante para lograr los ambiciosos y necesarios objetivos de eficiencia y sostenibilidad fijados por la ONU, sobre todo en dos campos: «La eficiencia en los usos productivos del agua y la depuración de las aguas residuales para su posterior reutilización». En opinión de Garrido, la eficiencia en el uso del agua debe ser una tarea «de todos los usuarios», desde las depuradoras o «biofactorías» a los usuarios finales cuando abren o cierran un grifo en su casa cada día.
El modelo 5R
Uno de los medios para lograr estos objetivos es el modelo 5R: reducir, reciclar, reutilizar, recuperar y restituir. Cinco conceptos que, correctamente implementados, garantizan la consecución de la economía circular en el ciclo del agua. «Se trata de un modelo muy ambicioso, sobre todo por los resultados que se pueden obtener», explica Alberto Garrido. «No solo abarca al agua», continúa, sino que «las biofactorías pueden ser una fuente de energía limpia, además de aportar nutrientes para la agricultura e, incluso, volver a tener un uso relacionado con el consumo humano, no en boca, pero sí en agua para baño o de uso higiénico», apunta el experto.
Aunque en California existe un modelo pionero que ha logrado reutilizar el agua en estos términos, en España no es posible aplicar aún este modelo. La infraestructura no es la adecuada para llevar a cabo estos procesos, y la normativa no permite, por ejemplo, la utilización en la agricultura de lodos procedentes de aguas residuales, ricos en nutrientes. «Lo que podemos hacer en la actualidad es trabajar para que las instituciones competentes creen un marco normativo favorable que permita implementar y desarrollar todos los usos y aplicaciones posibles que ofrecen las biofactorías», concluye Alberto Garrido.
Entonces, ¿qué se puede hacer en la actualidad para lograr acercarnos a la circularidad del agua? Garrido explica cómo, armadas y obligadas por las autoridaes de Bruselas, se aplicarán en Europa nuevas normativas en esta dirección: «En breve tiempo se hará efectiva una norma comunitaria sobre aguas subtrerráneas, sobre todo mirando al tratamiento cuaternario del agua». Esta normativa será revolucionaria en este sector, en opinión de este catedrático de la UPM.
Retos y soluciones
Por su parte, la Cámara de Comercio de España publicó los retos a los que se enfrenta España en esta materia, y los enmarcó en cuatro grandes ámbitos: retos relativos al cambio climático, a la sostenibilidad económica, a los cambios legislativos y regulatorios y al modelo de gestión.
La transición hacia la economía circular es la solución a todos ellos, pero se concretan en diferentes actuaciones. Sobre el reto de enfrentarse al cambio climático, o al menos tratar de frenarlo, según Garrido, «las diferentes características geográficas y climáticas de España hacen que sea muy diferente la infraestructura hidrológica desarrollada en cada una de ellas». La innovación en los sistemas de regadío con agua depurada es una solución en este sentido.
Encontrar un necesario equilibrio entre infraestructuras de obra nueva y la renovación y adecuación de las ya existentes, así como la digitalización en todas ellas, es una de las tareas más importantes para garantizar una sostenibilidad económica. En este punto, «la colaboración público privada es más que necesaria», explica Garrido. De esta manera se podrá satisfacer de manera más eficaz la demanda hídrica de las diferentes zonas geográficas de España, ya sea para consumo humano o para consumo agrícola, ganadero o del sector servicios.
Por último, la innovación y el desarrollo necesarios para la implantación de biofactorías es esencial para lograr adoptar en su totalidad el modelo 5R ayudará mucho en el camino hacia la meta.
Con todo, no parece imposible llegar a un punto en que tanto administraciones como empresas puedan actuar de manera colaborativa en beneficio de un bien común: aprovechar al máximo los recursos naturales y hacerlo de la manera más eficiente para todos, ciudadanos, gobiernos y empresas.
✕
Accede a tu cuenta para comentar