Movilidad

Peugeot e-2008, desde Vigo al resto del mundo

La versión eléctrica de este SUV llega a los 246 caballos y alcanza una autonomía de 345 kilómetros

Peugeot e2008
Peugeot e2008PeugeotPeugeot

Hace casi un año, concretamente en septiembre de 2021, Peugeot lanzó al mercado la versión eléctrica de su ya conocido 2008, y le han bastado estos diez meses para convertirse en un referente mundial y el principal protagonista de la electrificación en la industria del automóvil en España. Y es que, este SUV eléctrico de altas prestaciones y cero emisiones, equipado con las funciones de ayuda a la conducción más avanzadas, ha supuesto una profunda transformación en la planta viguesa, que ha incorporado nuevos modelos de funcionamiento para situarse a la cabeza.

Desde su nacimiento con su gama de motores térmicos el 2008 ya entraba por los ojos gracias a su diseño agresivamente espectacular y ahora, gracias a su electrificación, provoca unas sensaciones dinámicas y placer de conducir con altas prestaciones y con una autonomía que alcanza los 345 kilómetros. Para su fabricación se han desarrollado las últimas tecnologías a nivel mundial en su cadena de montaje, tales como controles de calidad por visión artificial, robótica y distribución automática de cada uno de sus componentes, lo que permite una fabricación bastante superior a las doscientas mil unidades anuales de este modelo, de los cuales el 12% son ya de su versión eléctrica. Con ello va cumpliéndose el objetivo que se ha fijado la marca del León, que es llegar al 2035 con una fabricación íntegramente electrificada.

Si sumamos toda la producción de Vigo, habrían pasado por los enormes muelles de carga de su puerto casi medio millón de coches en el pasado año, que se distribuyen prácticamente por todo el mundo. Algo que asegura el empleo directo de seis mil cuatrocientos trabajadores, a los que sumaríamos otras treinta mil personas que trabajan en ciento veinticinco empresas de componentes auxiliares, la mayoría implantadas en Galicia y el norte de Portugal.

Puestos al volante, lo primero que apreciamos es que su habitabilidad es tan buena como la de sus hermanos térmicos e híbridos, sacrificando solo ligeramente las medidas de su maletero debido a la necesaria colocación de las baterías. Pese ello, asegura 405 litros de capacidad. Sus prestaciones, su nula sonoridad, la ausencia total de vibraciones, su aceleración que pasa de cero a cien en 9,0 segundos y su enorme suavidad en la entrega de sus 100kw, equivalentes a 136 caballos, así como su par de 260 Nm a cualquier régimen, son encomiables.

Frente a nosotros encontramos un completo catálogo de funciones de ayuda a la conducción segura y que nos acercan a la conducción autónoma, todo ello gestionado desde un puesto de conducción denominado “Peugeot i-Cockpit” con un cuadro de instrumentos elevado en 3D. Tres son los modos de conducción: el Eco da prioridad absoluta a optimizar la autonomía, mientras que el modo Normal está pensado para ofrecer el máximo confort para un uso diario. Para los amantes de las altas prestaciones y las emociones fuertes el modo Sport lleva al máximo las sensaciones y el dinamismo. En el apartado de seguridad activa, el e-2008 dispone de control de crucero adaptativo con función Stop & Go, con instrucciones ajustables de distancia de seguridad, La función “Lane Possitioning Assist” (LPA), mantiene el vehículo en la posición seleccionada por el conductor y asimismo incluye freno automático de emergencia de última generación, que detecta peatones y ciclistas, tanto de día como de noche, a velocidades de hasta 140 km/h. Encontramos además alerta activa de cambio involuntario de carril con corrección de trayectoria desde 65 Km/h, entre otros, y todo ello a partir de unos 35.000 euros, de los que podremos descontar las ayudas oficiales del Moves 3.

Las sensaciones en la conducción fueron muy agradables. En las zonas más viradas nos atrevimos a buscar los límites en modo Sport y disfrutar de una conducción rápida en las zonas de curvas del recorrido, sin percibir sensación negativa alguna. El e-2008 se aferra al terreno, en buena parte debido a su bien construido chasis, y además responde de manera precisa a nuestros requerimientos sin síntoma alguno de pérdida de estabilidad o reacción extraña en cualquier tipo de curva o frenada exigente.

Al final de la toma de contacto aún nos quedaba buena parte de sus 345 kilómetros nominales de autonomía, pero volvimos la mirada hacia él de manera orgullosa de saber que este coche de máxima tecnología, acabados impecables, confort magnífico, habitabilidad sobresaliente y mecánica especialmente precisa y tecnológica, es producto fabricado en España y que cada uno de las unidades que se exportan principalmente desde el puerto vigués, representa a nuestra industria en cualquier lugar del mundo.