Rent a Car

Elegir el coche de alquiler adecuado nos puede hacer ahorrar mucho dinero

Hay que estudiar necesidades e itinerarios previstos para escoger el tipo de vehículo más adecuado y así ajustar nuestro presupuesto

Aparcamiento de coches de alquiler
Aparcamiento de coches de alquilerCristina BejaranoLa Razón

Es tiempo de vacaciones y de desplazarse generalmente en automóvil. Destinos como Madrid, La Palma, Tenerife, Menorca, Sevilla, Huelva o Barcelona están entre los más visitados por los viajeros y lugares como el Teide, el Parque Nacional de Doñana o las playas de cualquier lugar de la costa española son muy apetecibles, pero para llegar hasta estos destinos es necesario contar con un coche, propio o de alquiler.

La afluencia masiva de turistas ha provocado que los hoteles estén al borde de su saturación y lo mismo pasa con las empresas de alquiler de coches, que a veces no tienen vehículos disponibles si no se han reservado con antelación. La masiva demanda ha provocado un incremento de los precios, de manera que es muy importante elegir exactamente el coche de necesitamos para no pagar de más. Por ello, vienen bien unos consejos a tener en cuenta a la hora de elegir la opción que más se adapte a las necesidades. Conocer muy bien qué tipo de viaje vamos a realizar y qué vamos a precisar es fundamental para poder definir qué debe tener el coche de alquiler para poder cubrir nuestras necesidades.

Dentro de las empresas de rent-a-car siempre hay disponibilidad de coche utilitarios, los que se engloban dentro del Grupo A y se caracterizan por ser urbanos y pequeños, generalmente en torno a 3,6 m de longitud, tres puertas, cuatro plazas y un maletero de tamaño limitado. Por tanto, si el viaje va a ser en una ciudad sin salir de ella y no existen unas grandes necesidades espacio ya sea personas o equipaje, un turismo utilitario puede ser la mejor opción ya que permite circular con agilidad y, sobre todo, aparcar fácilmente. Vehículos como el Fiat 500, el Hyundai i10, el Ford Fiesta, el VW Polo, el KIA Picanto son algunos ejemplos de este tipo de coches. Pero hay una infinidad de oferta ya que todas las marcas generalistas trabajan este segmento.

En el caso de que necesite algo más de espacio para equipajes o personas puede inclinarse por los turismos o compactos que rondan los 4 metros de longitud, cuentan con cinco puertas, cinco plazas y 300 litros de maletero, que resultan suficientes para dos o tres maletas de cabina. A pesar de contar con un tamaño algo mayor, siguen siendo prácticos a la hora de aparcar a la vez de ofrecer un confort, maletero y amplitud significativamente mayores. Es, por tanto, el coche ideal para movernos por una isla o entre varias ciudades o pueblos sin tener que asumir con ello una gran diferencia de precio. El Opel Corsa, Seat Ibiza, Renault Clio, Hyundai i20 o Citroën C4 son algunos ejemplos de este tipo de coches.

Si lo que necesita es un vehículo ideal para tres pasajeros, cuatro maletas y si el uso va a ser en carretera, hay que ascender a los turismos de tamaño medio, entre los 4,2 y los 4,5 metros y 400 litros de maletero, una capacidad más que suficiente para cuatro maletas. Generalmente suelen contar con motores de potencia intermedia y de gasolina en la mayoría de los casos por lo que resultan ideales para conducir por carretera. Su precio puede incrementarse considerablemente en comparación con las categorías anteriores, pero si el número de pasajeros y de equipaje es mayor, es una elección justificada. Entre los turismos compactos más frecuentes se encuentran el Ford Focus, el Volkswagen Golf, el Seat León, el Audi A3 o el BMW serie 3.

Tendremos que subir de nivel si en nuestro viaje programado vamos a recorrer muchos kilómetros entre diferentes puntos y además son necesarias tres o cuatro plazas para viajar con adultos. En ese caso, una berlina de tamaño medio puede ser la mejor opción ya que además de permitir viajar cómodamente a los pasajeros, tienen capacidad para más de cuatro maletas. Este tipo de vehículo cuenta además con un buen nivel de prestaciones, un alto grado de confort además de unos bajos consumos debido a los motores diésel que suelen equipar. Los modelos más comunes son el BMW Serie 5, el Mazda 6 Sedán, el Peugeot 508, el Audi A6 o el VW Passat.

Otra cosa será si vamos a visitar zonas rurales o carreteras sin asfaltar. En ese caso, los coches SUV y 4x4 son los más recomendables. Además, si viajamos con niños, personas mayores o con movilidad reducida se convierten en la mejor opción ya que son más cómodos para subir y bajar. Se trata de uno de los vehículos más costosos para alquilar por lo que si no va a aprovechar la ventaja que su tamaño y tracción ofrecen, quizá es más conveniente optar por otro tipo de vehículo. El Audi Q3, Hyundai Tucson, VW Tiguan, Kia Sportage o Mercedes GLC son algunas de las opciones más comunes dentro de esta categoría.

Si estamos considerando alquilar un vehículo eléctrico, es importante ser prácticos y tener claro el uso que se le va a dar ya que hay que tener en cuenta la autonomía, el uso de cargadores y el tiempo necesario de carga. Por ello, lo mejor es optar por un vehículo eléctrico si ya estamos acostumbrados a ellos o si, sobre todo, vamos a circular por trayectos en los que sabemos que existen estaciones de carga disponibles. Algunos de los eléctricos más comunes a la hora de alquilar son el Renault ZOE, el Hyundai Ionic5, los Volkswagen ID.3 o ID.4 o el Tesla Model 3.

Además del tipo de coche y modelo, también es importante tener en cuenta el seguro. Ya que lo habitual es hacer recorridos por carretera entre pueblos o ciudades o moverse por zonas poco pobladas si vamos a optar por el turismo rural, la cobertura que ofrece el seguro básico que cubre los daños simples del coche como un roce puede ser más que suficiente. Por el contrario, si vamos a circular por autopistas de alta densidad, por caminos sin asfaltar donde se puede pinchar un neumático o si queremos un seguro personal o de equipaje, puede ser recomendable añadir una protección media o incluso a todo riesgo.

Otro consejo importante es rellenar el depósito de combustible antes de entregar de nuevo el coche en la sede de la empresa alquiladora. No cuesta nada detenerse en una gasolinera cercana al lugar de destino y siempre nos saldrá más barato que el cargo que nos cobrará el alquilador por rellenar el depósito.