Industria
La factoría de baterías de Zaragoza, pendiente del acuerdo con la china CATL
Carlos Tavares, CEO del grupo Stellantis, confirma las buenas expectativas tras la decisión española de aportar el 10% del proyecto
La posibilidad del establecimiento en Zaragoza de una gigafactoría para la producción de materias para los vehículos del grupo Stellantis está más cerca que nunca tras la decisión de que España aporte 300 millones de los fondos Perte, lo que supondría aproximadamente el 10% de la inversión total del proyecto. Sin embargo, según explicó el CEO de Stellantis, Carlos Tavares, en una reunión en el Salón del Automóvil de París que se celebra estos días, la decisión final está pendiente de la empresa china Catl, con la que el grupo europeo tiene una “joint venture”. En este aspecto, las tensiones de los últimos tiempos entre la Unión Europea y China derivadas de los aranceles que la UE establece a los coches chinos no ayudan a la seguridad del proyecto.
Tavares se refirió asimismo a la buena competitividad en general que tienen las fábricas de su grupo establecidas en España, tanto Vigo como Figueruelas o Villaverde (Madrid), si bien puntualizó que las mejores cifras se dan en la factoría de Mangualde, en Portugal. “De todas formas -puntualizó- el enemigo no está en Europa, sino en los bajos costes que presentan otros países especialmente del norte de África como pueden ser Marruecos, Argelia o incluso Egipto”. También se refirió al incremento de la competencia china que, de seguir creciendo, podría tener como consecuencias directas el cierre de plantas de producción en Europa.
En otro momento de la intervención se refirió a que ha habido contactos con fabricantes chinos deseosos de comprar alguna de las marcas que hoy pertenecen al grupo Stellantis, pero siempre ha declinado el ofrecimiento ya que opina que estas marcas son un activo intangible, un patrimonio con una historia, a veces de más de un siglo, que debemos conservar para construir sobre ella el futuro.
Preguntado sobre su decisión de abandonar el cargo de CEO en Stellantis a principios de 2026, Tavares explicó que tras más de 50 años trabajando en el sector tomo la decisión, junto a su familia, de no presentarse a una prolongación de su mandato y colaborará con los comités ejecutivos del grupo para la toma de decisiones acerca del nombre de su sucesor. Expresó su deseo de dejar la compañía en una posición rentable y orientada hacia el futuro con el cambio de la electrificación, a pesar de que los momentos por los que atraviesa el sector del automóvil es muy complicado.
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