Si haces esto al abrir el maletero ten cuidado: puede salirte muy caro

Poner las bolsas de la compra en el suelo mientras organizamos el maletero puede parecer una acción inofensiva, casi automática. Sin embargo, esta práctica puede salir cara. Según el Reglamento General de Circulación, dejar objetos sobre la vía pública, aunque sea por unos instantes, puede considerarse una infracción leve sancionable con hasta 80 euros.

La normativa es clara: está prohibido depositar o abandonar elementos que puedan dificultar la circulación de vehículos o peatones. Esto incluye desde una simple bolsa hasta una caja o mochila. El error frecuente es pensar que, al estar junto a nuestro coche, el espacio circundante nos pertenece, como si fuera una extensión privada. No obstante, aceras, calzadas y áreas de aparcamiento siguen siendo dominio público y cualquier obstáculo puede interferir con el tránsito o la seguridad vial.

Las consecuencias van más allá de lo económico. Objetos mal colocados pueden dificultar las maniobras de otros conductores, forzar a peatones a desviarse o incluso provocar accidentes si ciclistas o motoristas no detectan a tiempo el obstáculo. Y no importa si el hecho ocurre en un parking de supermercado o en una calle: mientras haya circulación de vehículos, la normativa se aplica.

El efecto elefante

Pero la vigilancia no termina en el exterior del vehículo. También el modo en que se dispone la carga en el interior del coche puede ser motivo de sanción. El artículo 14 del reglamento establece que los objetos transportados deben estar debidamente asegurados para evitar desplazamientos peligrosos. En este caso, la multa puede alcanzar los 200 euros.

La Dirección General de Tráfico ha impulsado campañas de concienciación con mensajes contundentes, como el del 'efecto elefante'. Se trata de una advertencia sobre el peligro de llevar objetos sueltos dentro del habitáculo. En caso de colisión, una bolsa aparentemente inofensiva puede convertirse en un proyectil con una fuerza equivalente a cientos de kilos. A 90 km/h, un bolso de cuatro kilos puede impactar como si pesara 500. Y una simple tablet podría golpear con la fuerza de un perro grande.

Más allá del riesgo físico, estos objetos también pueden distraer al conductor. Un bache que haga rodar una botella o un paquete que cae al suelo puede provocar que el conductor quite la vista de la carretera, aumentando las probabilidades de sufrir un accidente.