¿Sosos o ahorrativos? El por qué los españoles elegimos colores básicos en los coches

En los últimos años, la paleta de colores de los coches en España parece haber perdido su chispa y diversidad, dejando paso a tonos más neutros y discretos. Datos recopilados por la empresa carVertical, especializada en informes sobre historiales de vehículos, confirman que los conductores españoles optan cada vez más por colores conservadores. El 27% de los coches son blancos, seguidos por el 26,5% en negro y el 28,7% en distintas tonalidades de gris.

En contraste con la actual preferencia por los colores más sobrios, en 2001solo el 8,6% de los coches se solicitaban en blanco. La tendencia hacia el blanco creció con la popularización del iPhone, alcanzando un 23,6% en 2010. En el pasado, el gris dominaba, representando el 54,3% de los nuevos coches en 2001, pero ha cedido terreno ante la popularidad del blanco.

Aunque los azules son señalados como una tendencia en aumento, los tonos llamativos, como el azul brillante, han perdido terreno desde 2001. El rojo y el amarillo son los menos elegidos, con solo el 11% y el 0,2%, respectivamente. Razones como la facilidad para ocultar la suciedad o la percepción de elegancia y discreción podrían explicar la preferencia por colores neutros. Sin embargo, el factor que más enteros ganas para dar explicación a este hecho es el de índole económica. Los colores básicos, como blanco, negro o gris, suelen asociarse a un menor coste en la compra del vehículo. Este aspecto influye en la decisión de los compradores, ya que la elección de colores más llamativos puede aumentar el precio final del coche. Además, se sugiere que los propios fabricantes, en su mayoría, limitan la oferta de colores más atrevidos, contribuyendo así a esta tendencia hacia la sobriedad en las carreteras españolas.