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El truco casero definitivo para quitar los arañazos del coche sin necesidad de pasar por el taller

Las reparaciones pueden ser costosas, pero con pequeñas acciones podemos evitar que nuestro vehículo pase por el mecánico

Utilizar un producto no específico para la limpieza del coche puede arruinar la carrocería | Fuente: Dreamstime
Utilizar un producto no específico para la limpieza del coche puede arruinar la carrocería DreamstimeDreamstime

Llevar el coche al taller es algo común en nuestro día a día, pero una acción que detestamos y evitamos. Las reparaciones de nuestros vehículos tienden a ser costosas, y a veces los despistes en la calle, los imprevistas o una falta de cálculo pueden provocar roces o golpes mayores que nos obliguen a acudir a repararlos. Algunos de los más comunes son los arañazos superficiales, que pueden producirse estando en movimiento o incluso cuando está estacionado en la calle, pero siempre que se trate de algún arañazo leve, se puede solucionar con algunos remedios caseros que muchos conductores desconocen.

Las reparaciones más comunes en un taller mecánico pueden variar según la marca o modelo del vehículo, aunque algunas de las que los propietarios de automóviles se enfrentan van desde el cambio de aceite hasta el sistema de encendido. También el cambio de las pastillas de freno, neumáticos, batería o transmisión.

La prevención y el mantenimiento regular del vehículo pueden ayudar a evitar algunas de estas reparaciones costosas, por eso se debe realizar un servicio programado y abordar problemas pequeños antes de que se conviertan en grandes para ahorrar tiempo y dinero.

¿Qué hacer con los arañazos del coche? Así puedes quitarlos de una forma casera y sencilla

Con los arañazos superficiales, pasa lo mismo. Aquellos arañazos que se producen de forma superficial como los realizados a bajas velocidades en garajes o aparcando, incluso, pueden solucionarse sin necesidad de pasar por el taller.

Un ejemplo es aplicando pasta de dientes en una tela suave y esta frotarla en los rasguños, moviéndola en círculos, para después eliminar los restos con un paño húmedo. También se puede hacer lo mismo con alcohol de farmacia. Otra opción es utilizar rotuladores o lápices sobre los arañazos para devolverle el color, siendo esta la alternativa más básica y barata.