Sociedad

La Unesco declara la fiesta de los “Caballos del Vino” como Patrimonio de la Humanidad

Se trata de una fiesta de más de 300 años que rinde culto a la naturaleza destacando el culto al fruto del viñedo

La Carrera de los Caballos del Vino de Caravaca de la Cruz regresa este lunes tras dos años en blanco
La Carrera de los Caballos del Vino de Caravaca de la Cruz regresa este lunes tras dos años en blancolarazon

Ya es un hecho. Los Caballos del Vino de Caravaca de la Cruz, una de las manifestaciones festivas y culturales más genuinas de España, han sido declarados Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidadporla Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

Los miembros del comité que han decidido la candidatura única presentada por España son de Arabia Saudí, Azerbaiyán, Botsuana, Brasil, Camerún, República Checa, China, Costa de Marfil, Yibuti, Jamaica, Japón, Kazajistán, Kuwait, Marruecos, Holanda, Panamá, Perú, Polonia, Corea del Sur, Ruanda, Sri Lanka, Suecia, Suiza y Togo. Han examinado otras 40 candidaturas de distintos países.

Esta ancestral tradición, que se celebra cada año entre el 1 y el 3 de mayo, fue reconocida como tal por el Comité del Patrimonio Inmaterial de la Agencia de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), que por vez primera celebra su reunión de forma telemática a causa de la pandemia de coronavirus.

La fiesta comprende una serie de eventos, que sitúan al caballo en el centro de la misma, enjaezados con soberbias capas bordadas de seda y oro.

En un primer momento, desfilan por las calles para ser admirados por la población, pero el momento culminante de la celebración es la carrera a contrarreloj que emprenden para llegar a lo alto de la empinada pendiente que conduce al castillo de la ciudad.

Los animales mejor engalanados y lo ganadores de la carrera son galardonados con diferentes premios.

La Unesco señaló que la viticultura y la cría caballar “son dos actividades indisociables de la economía, la historia y la cultura de la región de Caravaca”.

La fiesta, agregó la organización, valora la camaradería y la solidaridad, al conferir a sus participantes el sentimiento de pertenencia a un grupo socialmente cohesionado.

Los caballos del vino fue aprobado pese a que contaba con la opinión contraria del comité evaluador, que consideraba que no cumplía uno de los elementos esenciales, el de representar prácticas similares en otras culturas.

Sin embargo, el delegado de Brasil defendió pese a ello la candidatura, lo que permitió al embajador español ante la Unesco, Andrés Perello, aclarar que se trata de una fiesta de más de 300 años que rinde culto a la naturaleza destacando el culto al fruto del viñedo.

Al tiempo, indicó que establece un diálogo entre comunidades, que no solo atañe a los caballistas, si no a otras actividades, incluido el arte que sirve para elaborar los adornos de los equinos.

Además, señaló que la inscripción en la lista de la Unesco servirá para potenciar el diálogo y dar visibilidad a otras fiestas del mundo que tienen al caballo como elemento central.

En ese sentido, indicó que están en contacto con otras culturas que tienen el caballo como elemento central, al tiempo que destacó que en Caravaca el respeto al animal es esencial

Esta inscripción nos va a permitir incrementar esta interrelación, tras tres siglos buscando esos contactos, indicó.

Los Caballos del Vino

Los Caballos del Vino, junto a los Moros y Cristianos, son parte integrante de las Fiestas en honor a la Santísima y Vera Cruz de Caravaca (Región de Murcia), que se celebran del 1 al 5 de mayo y son de Interés Turístico Internacional.

Los Caballos del Vino están declarados desde 2011 Bien de Interés Cultural Inmaterial con carácter etnográfico. Su origen está documentalmente probado desde hace tres siglos, aunque es una manifestación anterior, vinculada a la antiquísima ceremonia de la bendición del vino la Santísima y Vera Cruz de Caravaca, un ritual igualmente único en el mundo que simboliza la protección de la naturaleza.

Los documentos más antiguos de su celebración datan de 1765 y desde entonces la tradición no ha dejado de crecer, convirtiéndose en enseña de la ciudad y en prueba de devoción y de apego a su historia.

Las características y valores mantenidos por los Caballos del Vino a lo largo de su historia se adaptan a la salvaguarda del patrimonio mundial inmaterial que promueve la UNESCO, ya que este protege y vela por la continuidad de expresiones que se han transmitido de generación en generación, han evolucionado en respuesta a su entorno e infunden un sentimiento de identidad. 

El objetivo de la UNESCO es preservarlas con la mayor integridad posible para las generaciones futuras.