Sociedad

La familia de una joven ingresada en la UCI tras una lipoescultura denuncia al cirujano que la operó

La mujer se encuentra “entre la vida y la muerte” debido a los daños sufridos en numerosos órganos

Una enfermera de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Santa Lucia de Cartagena
Una enfermera de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Santa Lucia de CartagenaMarcial GuillénEFE

La familia de la mujer de 39 años que sufrió graves lesiones en múltiples órganos como consecuencia de una intervención quirúrgica estética a la que se sometió el pasado 2 de diciembre en Cartagena (Murcia), ha presentado una denuncia ante la Fiscalía contra el doctor que la operó.

En un comunicado, la familia ha indicado que la joven, que está ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital General Santa Lucía, se encuentra “entre la vida y la muerte” debido a los daños provocados en numerosos órganos -riñones, hígado, colon, intestino y duodeno, entre otros- durante la lipoescultura.

El abogado Ignacio Martínez, especialista adscrito a la Asociación del Defensor del Paciente, ha señalado en la denuncia que los “gravísimos hechos” protagonizados por el doctor que participó en la operación suponen la comisión de, al menos, un delito de lesiones por imprudencia profesional.

Según relata la denuncia, la operación, por la que la mujer pagó 5.700 euros a través de dos trasferencias, conllevó anestesia general y duró unas cinco horas. Transcurrido ese tiempo, el médico informó al acompañante de la joven de que la intervención había salido bien, pero había perdido gran cantidad de líquidos y sangre, con lo que se encontraban estabilizándola.

Tres horas más tarde, el doctor transmitió al acompañante la decisión de trasladar a la chica al Hospital General Santa Lucía “como método de prevención”. Sin embargo, la historia clínica de este último complejo hospitalario apunta que la mujer ingresó “en shock hipovolémico y en una situación de extrema gravedad”, por lo que tuvo que ser intervenida de urgencia.

En el diagnóstico de la mujer aparecen, entre otros hallazgos fruto de la intervención, diversos daños como peritonitis fecaloidea y biliar, necrosis isquémica de colon ascendente, múltiples perforaciones intestinales, perforación duodenal, necrosis de pared abdominal, laceraciones hepáticas, absceso retroperitoneal y evisceración contenida. Se trata, según el abogado, de traumas “más propios del resultado de una reyerta con arma blanca”.

En la denuncia se insta además a la Fiscalía a que tanto el médico como el anestesista aporten toda la documentación que acredite su formación profesional, así como muestras biológicas para el análisis toxicológico por posible consumo de drogas.

La familia ha agradecido las muestras de apoyo y los deseos para que mejore, y ha anunciado que, en adelante, se centrará en que se le procuren los mejores cuidados médicos y que “la justicia, más tarde o más temprano, haga caer todo el peso de la ley sobre los responsables de lo ocurrido, así como que se tomen las medidas oportunas para que no se repita”.

El portavoz de la familia de la afectada, Ezequiel Nicolás, ha señalado que la paciente está ingresada en estado “muy crítico” y “conectada a máquinas” que la mantienen con vida. En cuanto a su entorno, ha reconocido que están devastados y que cada día es “una batalla muy complicada”.

En este sentido, Nicolás ha demandado la inhabilitación cautelar del doctor que llevó a cabo la intervención. Y es que, supuestamente, el médico “ha seguido operando tal y como ha publicado en sus redes sociales”, según denuncia públicamente el portavoz de la familia.