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Nick Offer de !!! (Chk Chk Chk): “Insultarse por Twitter no es acción política, es distracción”

El grupo presenta de gira por España «Wallop», su nuevo trabajo movido por la tensión social en EE UU

El grupo !!! (Chk Chk Chk)
El grupo !!! (Chk Chk Chk)larazon

Lo describen como la banda sonora de un colapso nervioso colectivo. Pero no es para tanto. El nuevo disco de !!! (Chk Chk Chk), el grupo con el nombre menos “googleable” del mundo es, como acostumbran, un cóctel bailable que presenta temas para sudar en la pista y para ponerle ritmo a nuestros frenéticos andares por los pasillos del metro. “Wallop” es un disco urbano, anfetamínico y peleón que, sí, le pone texto a una realidad en descomposición y voz a sus participantes, cada vez más desconcertados. Presentan este trabajo y el resto de su arsenal festivo de punk electrónico en una gira de cinco fechas por nuestro país: Vigo (10 de diciembre), Madrid (11, 981Heritage Estrella Galicia), Barcelona (12), Valencia (13) y Murcia (14).

-Siguen perfeccionando la fórmula de su sonido.

-Con cada disco intentamos perdernos y ver qué sale. En este, el punto de partida era encerrarnos con un montón de sintetizadores y probar solo los que no sabíamos usar. Buscábamos la ingenuidad de la inexperiencia. Solo enredar con las máquinas, buscando algo que molase. Puede que antes hayamos copiado algo de otros, cuando no confiábamos en nuestra capacidad de manejar los instrumentos, y pienso que es un camino legítimo. Hay que imitar para encontrar tu camino.

-¿Es este disco más agresivo?

-Creo que sí, que de alguna manera salió, respondiendo al estado de ánimo, al el ambiente. También sabemos que eso es lo que le gusta a la gente en directo y lo hemos destacado en el disco. Pensamos que era necesario.

-¿En qué sentido?

-Queríamos hacer una afirmación contundente, algo como en el títullo, “wallop” (bofetada), dar un mensaje claro. Nos sentíamos así con la política, estamos un poco en “shock”. Y estábamos tratando de descubrir cómo afecta esa situación al arte y devolver un golpe en lugar de un insípido título o contenido en plan My Bloody Valentine. Era el momento de un golpe. Y lo puedes hacer de una manera más blanda, es legítimo, pero nosotros elegimos la dura.

-Así que se suponía que iba a ser un disco político.

-Lo era, pero no funcionaba. Así que tuvimos que imaginar cómo hacerlo porque no hay una canción que hable del presidente, sino de cómo nos sentimos por ello.

-Los sentimientos se palpan en las redes sociales.

-Vivimos en una batalla permanente señalándonos con el dedo unos a otros, gritándonos, insultándonos por Twitter. Es el entretenimiento de todos y aquí hay una confusión muy grave: pensamos que esa es la acción política, cuando, en realidad, eso es la distracción política.

-Ese es un comportamiento inadmisible en la vida real.

-Es fascinante. Cuando conduces, si alguien corta tu camino, insultas. Cuando vas caminando, si eso sucede o alguien te interrumpe y te pide que le hagas una foto, te comportas de manera completamente diferente, aceptas las disculpas, y ayudas. Eso es porque reconoces a alguien como un humano inmediatamente. En internet o con la persona abstracta dentro de un coche, te pones furioso. Es una deshumanización. Por eso la celebración, la fiesta y el baile, la gente junta viendo un concierto, es una experiencia humana.

-¿Diría que vivimos una era de control mental?

-Diría que no tenemos ni puta idea de lo que está ocurriendo. ¿Es una era de control mental? No lo sé, tío, es una puta locura, es como... ¿es internet liberador o es opresor? No tengo ni puta idea, joder. Pero asusta. No sé qué está pasando.

-¿Usa las redes sociales?

-Claro, y las disfruto. Son útiles son una forma de comunicación y es buena. Yo tengo un amigo al que no he visto en años, que solo existe en forma de bocadillos en la pantalla de mi teléfono, porque nunca hablamos, pero nos escribimos todo el rato y no está mal, no soy de esos que se enfada por no tener el contacto fisico. Claro que es lo mejor, pero mira, pasé años sin contacto, echando de menos su forma de pensar y ahora puedo comunicarme con él. Creo que hay buenas cosas y malas y no soy uno de esos que dicen “nos vamos al infierno”. Pero tengo que admitir que esta era está poniendo a prueba mi optimismo. Esto es extraño.

-¿La situación política también la pone a prueba?

-Absolutamente. Más que nada en mi vida, la verdad. Es difícil, porque pienso que cuanto mayor te haces, más crees que las cosas están peor de lo que eran, y, bueno, a lo mejor no es cierto, solo es que solo te has hecho viejo. Espero que en 2022 no sea peor todavía... Ojalá sean las horas oscuras antes del amanecer. La cuestión es que no sabes cuándo has llegado al punto más bajo y esa es la parte que asusta.

-¿Qué puede hacer la música sobre esto?

-No lo sé, la verdad, no sé. Unir a la gente de alguna manera. Haces algo bonito y lo lanzas a un mundo que está lleno de fealdad. Y tienes la fe de que en esa batalla gane la belleza. En mi experiencia hay muchos músicos que he conocido y gente de la industria que elige la visión cínica de esto. “Bah, hazlo por el dinero”, o “da igual, que le jodan”. Nosotros nunca lo hemos permitido, siempre hemos preferido el lado optimista y puro de la música. Empezamos como una banda de punk que nunca imaginó dar entrevistas en un hotel en Europa. Este es el regalo que hemos recibido por darle belleza al mundo, la verdad, es lo que hacemos y es lo que sentimos. Es algo que nos gusta hacer. Es un regalo hacer música y esperas que la gente lo reciba así, y que lo reconozca la gente en un mundo lleno de fealdad.

-¿El tema “50 Million” es un auto recordatorio?

-(Risas) Sin duda. Es una pequeña broma: “Hey, por 50.000 dólares no nos vendemos, porque no nos cambian la vida, pero ¿50 millones? ¡Joder! ¡Ahora nos empezamos a entender...!” (risas). Por desgracia, nunca nos hemos visto en la tesitura de tener que rechazar esa pasta indecente, así que...

-Al final del disco hay una puerta de escape de esta realidad opresiva. ¿Cuál es?

-La puerta es esa que tú sabes. Todos, en el fondo, tenemos una y sabemos dónde está. La puerta es, justamente, lo que te da miedo hacer. Siempre obtendrás los mejores resultados de eso que te da miedo enfrentarte. Esa es la puerta, lo que te asusta.