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Pau Donés: “Respeto lo que hace Amancio Ortega contra el cáncer”

El músico, que sigue tratándose de su cáncer, ofrece dos conciertos benéficos en Barcelona para investigación oncológica el próximo 23 de diciembre

Pau Donés
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Hace un año y medio, Pau Donés ya anunciaba que se tomaría una temporada alejado de las obligaciones de la industria discográfica. El líder de Jarabe de Palo emigraba a otras costas no a recuperar el tiempo perdido, pues eso es imposible, sino a aprovechar el presente, ese que se difumina cuando te diagnostican cáncer. Ya no forma parte del “show business” pero sigue sintiendo el pellizco de la música y, como cada invierno desde su diagnóstico, se vuelca con un concierto benéfico a favor de la investigación oncológica. El de este año tendrá lugar en doble sesión el lunes 23 de diciembre, en la Sala Luz de Gas de Barcelona y todo lo recaudado irá a un proyecto de investigación del Instituto de Oncología del Hospital Vall d’Hebron (VHIO). Para quienes no puedan estar en Barcelona, el proyecto tiene una cuenta de Fila 0 para donativos que van directamente al programa de investigadores, que no pasa por las manos de nadie más. Es esta: La Caixa ES33 2100 5000 5102 0021 4086 a nombre de VHIO. Donés descuelga el teléfono desde Los Ángeles para hablar de lo humano que le concierne.

-La pregunta con usted siempre es mitad cortesía y mitad literal. ¿Cómo está?

-No te preocupes, estoy acostumbrado y tengo la respuesta: estoy vivo. Es una pregunta obvia y necesaria pero cada vez que alguien me llama, es normal, me la hacen. Soy un enfermo de cáncer y es una respuesta que resume todo. Si un paciente de cáncer está vivo es que está bien.

-En su caso creo que usted está muy vivo.

-Pues sí, eso también es verdad. Y hace un año y medio sentía que tenía que parar y, como no lo conseguía, porque enlazaba una cosa con otra, pensé que había que darle un carpetazo potente a todo. Y mira, con mi hija decidimos venirnos a vivir aquí a California durante un año y aquí estamos. Y te digo que estoy de cojones: no hago otra cosa que hacer de padre, porque cuando terminemos esta entrevista le haré a mi hija la fiambrera para llevar y el desayuno para que se tome ahora, y luego me voy a surfear un rato. Y cuando vuelva de la playa me pondré en el estudio que me he montado en esta casa, y a componer un rato. Y esto me está encantando.

-Pues es una crueldad que me diga eso teniendo en cuenta el invierno ibérico.

-También estamos locos por volver y tener frío. Mi hija se quejaba de que aquí no hay invierno. Se supone que en Los Ángeles hace frío ahora y eso quiere decir que surfeo... con neopreno, ya ves.

-Escribe canciones, me decía antes.

-Sí, compongo por el gusto de hacerlo. Pero no lo hago pensando si sacaré disco o haré gira. Me dedico con mucho gusto, estoy tranquilo y no tengo obligaciones. No me llama el sello para preguntar cuándo tendré el disco, o el mánager para ver si tengo la gira de teatros preparada. En mi horizonte eso no existe. Escribo como un escritor o como pinta un pintor sin necesidad de hacer una exposición.

-Es un premio en sí mismo.

-Claro, y tengo colegas que me dicen que cómo me lo he montado, que sólo yo puedo hacerlo. Y yo les digo que no, que es verdad que la gente tiene obligaciones y responsabilidades familiares, pero tarde o temprano llega el día de pedirse un año de excedencia como una cuestión vital. Yo llevaba 22 años trabajando sin parar y viajando, ¿eh? Trabajé tanto que la primera infancia de mi hija me la perdí y no me quería perder también esta parte de su vida.

-¿Cómo es la vida allí?

-Pues muy bien, la verdad, porque aquí no me conoce ni Dios.

-¿Echaba de menos el anonimato?

-Un poco. Quizá no era muy consciente, pero aquí cerca de Malibú está todo lleno de actores y de famosos y cuando voy a surfear veo a los “paparazzi” haciendo fotos... ¡y nunca es a mí!

-Pues vuelve pronto a su antigua vida, pero es por una buena razón.

-Sí, me he desvinculado del negocio de la música pero no de la música, es algo que llevo en el ADN. Tengo un compromiso con el cáncer, con mi enfermedad. Participo de un proyecto que trata de normalizarla. Siento que hay que luchar contra eso, conseguir que sea como la gripe, que en su día fue la enfermedad que más gente ha matado en el mundo. Antes te morías de gripe, pero ahora te tomas un no sé qué y ya está. Por eso queremos contribuir a la investigación porque todo lo recaudado va a ellos directamente, a su cuenta, el dinero ni siquiera pasa por nuestras manos. La verdad es que en lo de la investigación van muy rápido. El de mama, por ejemplo, ya está muy avanzado. Pero investigar cuesta mucho dinero y no podemos parar de hacerlo.

-Necesitamos muchos más recursos.

-Bueno, es que se gasta todo lo que hay, es un pozo sin fondo, pero es positivo. Cuanto más invirtamos, antes llegaremos. Por mi experiencia y lo que veo, antes era una enfermedad mortal y ahora es peligrosa pero hay gente que no nos morimos. Y tiene que mejorarse. Hay que ayudar y uno toma conciencia cuando tienes tú la enfermedad o alguien cerca. Y no conozco a mucha gente que no tenga a alguien en su entorno libre de esto.

-¿Si no llega lo público habrá que apoyar con lo privado, con donaciones?

-Claro, el VHIO es público, pero los recursos que el Estado destina a investigación son muy limitados. Y nosotros con dos conciertos creo que llegaremos a 70 u 80.000 euros, y mira, es una pasta. Que no es mucho para un proyecto tan grande, pero es un dinerito. Y si podemos hacerlo y hay una entidad que pone otro tanto y alguien a través de la fila 0 pone un poco más... pues mira, llegaremos.

-Es probable que usted desde California no escuchase el tema, pero hubo en España una cierta polémica al respecto de una donación que realizó Amancio Ortega sobre unas máquinas a la sanidad pública y algunos le reclamaron que pagase más impuestos y se dejase de donaciones.

-Bueno, no sé qué tiene que ver una cosa con la otra. Si hay un señor que tiene ese dinero y quiere comprar una máquina que es muy cara, no sé dónde está el problema. Si cura, aunque sea a una persona, ya es una gran cosa y yo le tengo un gran respeto por eso que hace. A mí me consta que da becas para estudios, porque una amiga de mi hija está aquí con una ayuda suya, Una chica cuyo padre, precisamente, murió de cáncer el otro día. Después, claro que tiene que pagar impuestos, como todo el mundo, solo faltaría. Pero de eso no puedo saber porque no conozco su declaración. Pero las donaciones yo se las agradezco, a tope, claro.

-No tenía intención de polemizar al respecto.

-No, no, puedes, puedes. Aquí, como no me pasa nada y estoy muy tranquilo... hablar de vez en cuando de polémicas tampoco me viene mal.

-Oiga, ¿y su tratamiento? Porque en EE UU la sanidad no es gratuita...

-Aquí es un desastre... Mira, yo me vine porque participaba de un ensayo clínico en España que también se hace aquí. Normalmente los costea una farmacéutica y como estaba en los dos sitios, pedí que me trasladasen y lo hicieron. Pero a la vez contraté un seguro médico porque el laboratorio costea la medicación pero no el tratamiento. Es decir, que desde las jeringas al enfermero o enfermera y la cama del hospital, si lo tienes que pagar aquí, olvídate. Un amigo que es médico en California me dice: “Si te pilla un cáncer en EE UU lo mejor que puedes hacer es morirte lo antes posible. Porque, si no, acabarás arruinado y muerto igual”. Por eso me hice el seguro.

-Bueno, es un sistema poco envidiable, pero con un seguro...

-Si, bueno, yo voy tirando... y cada semana voy a que me pongan la “quimio”.

-La gracia del 23 de diciembre es que tocan todos los que han sido miembros de Jarabe de palo.

-Es algo estupendo porque con todos mantengo una amistad. Es importante que se recaude dinero pero también que el concierto esté a la altura del motivo por el que se hace. Y pensándolo me vino la idea de volver a tocar con muchos de los compañeros con los que empecé y les llamé y todos se apuntaron. Somos como 19 y hace mucho que no nos vemos. Será un concierto del copón.

-Oiga, que está muy bien surfeando, pero ¿y el futuro?

-¡Es que no existe! Se que es una obviedad, pero es un aprendizaje. Después de 22 años trabajando, levantarte y no tener obligaciones también es difícil de aprender. Mucha gente que se jubila tiene problemas por pasar de un ritmo a otro. Para no es fácil y ya he aprendido. Y no pensar en el futuro es vital porque nunca sabes, así que no tengo ni puta idea de qué será de mi. Lo que sí sé es que el año que viene seguiré en este plan.