
El Trípode del domingo
Las 16 Mártires y santas carmelitas de Compiègne
Las 16 carmelitas de Compiègne padecieron a partir de 1792 la exclaustración, la división y la prohibición de vestir el hábito y practicar el culto
Compiègne es una localidad situada unos 40 km al norte de París que protagonizó diversos episodios durante la guerra de los 100 años entre los Reinos de Francia e Inglaterra, previos a la liberación de Orleans por santa Juana de Arco en el siglo XV. Pero a finales del siglo XVIII, con la Revolución francesa tendrá otro dramático protagonismo que está en la Historia, por la ejecución en la «democrática guillotina revolucionaria», de las 16 carmelitas que profesaban en el Carmelo de Compiègne. Carmelo fundado por la beata Ana de Jesús considerada la «mano derecha» de santa Teresa de Jesús y en cuyos brazos falleció la gran santa en Alba de Tormes. Durante la etapa del «Terror» revolucionario serán cuantiosas las víctimas que los tribunales juzgarán de forma sumarísima y condenarán a muerte por profesar la Fe. Entre estos se encuentran no pocos de los sacerdotes que no aceptarán la «constitución civil del clero» y que serán considerados no afectos a la autoridad republicana y acusados por «refractarios». Su delito era no aceptar convertirse en meros «funcionarios eclesiásticos» y a las órdenes de la República. Las 16 carmelitas de Compiègne padecieron a partir de 1792 la exclaustración, la división y la prohibición de vestir el hábito y practicar el culto. Pese a ello, lo siguieron haciendo, comunicándose por carta entre ellas encabezadas por su M. Priora, Teresa de san Agustín. Denunciadas y detenidas serán trasladadas a París a la prisión de la Conciergerie el 24 de junio de 1794, para ser juzgadas el día siguiente de la fiesta de la Virgen del Carmen, el 17 de Julio, y condenadas a muerte inmediata. Durante el juicio se reafirmarán en su Fe con una devoción especial a los Sagrados Corazones de Jesús y María, dando un ejemplar testimonio. Durante el traslado hacia la guillotina en sendas carretas y antes de subir al patíbulo entonaron el canto del Veni Creator con su Madre Priora. Fueron beatificadas por el Papa san Pío X en 1906, siendo divulgado el testimonio de su vida en numerosas obras literarias, musicales y de cine y teatro entre las que destaca la de George Bernanos en 1947. En 1960 la famosa película «Diálogo de carmelitas» la popularizó de forma extraordinaria. Esta semana el papa Francisco ha acordado su canonización mediante el denominado proceso «equivalente», aplicado para casos en los que durante el transcurso del tiempo, la devoción a esas personas con fama de santidad se ha transmitido por generaciones. Son numerosos los casos a los que se les ha aplicado este procedimiento de canonización en la historia de la Iglesia. Ahora, a las 16 Mártires de Compiègne.
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