Opinión

El desempleo se cronifica entre los más mayores

Hace más de una década,

se empezó a escuchar en boca de todos la famosa generación “ni-ni”, aquellos

jóvenes que ni estudian ni trabajan al carecer de proyectos o ilusión. La

crisis económica acentuó la incertidumbre en el seno de una generación acomodada

en el refugio familiar y acostumbrada a la mejora del nivel de vida. El choque

con el mundo real a la hora de acceder al mercado laboral y formar parte del

sistema fue muy brusco y fueron muchos los que decidieron quedarse a la deriva.

Ante las escasas ofertas laborales y las condiciones de estas, muchos jóvenes dejaron

de hacer planes de futuro y entraron en un círculo vicioso de desesperación y

estancamiento.

¿Podría

pasarnos lo mismo a los mayores de 45 años si perdemos nuestro trabajo? ¿Es

incompatible ser mayor de 45 años y encontrar empleo?

Actualmente,

a nivel nacional, se contabilizan 1 417 200 mayores de 45 años

en desempleo, una situación cuyo mayor riesgo es la cronificación que ya afecta

al 58%. Está demostrado que el empleo funciona como indicador para medir el

bienestar social y la madurez de una sociedad, y que la actividad es la mejor

forma de combatir situaciones de pobreza y exclusión. Es una realidad que la

evolución de la pobreza está íntimamente ligada al desempleo: cuando el segundo

mejora, la primera tiende a disminuir. Sin contar el efecto positivo que tiene

el empleo en cada uno de nosotros. Por ello, cuanto más dure nuestra situación

en desempleo más difícil será salir de ese círculo vicioso de desesperación y

estancamiento por el que tanto jóvenes y mayores podemos pasar.

Las cifras son llamativas:

durante el último año, ha sido el único grupo de edad que ha visto incrementar

su número de parados en un 12,6% en

contra de la tendencia general, un descenso general del 12%. A nivel nacional,

los desempleados mayores de 45 años representan ya el 15% del total frente al 7% que suponían hace una década. Sin

embargo, estos números no pueden entenderse sin hablar de envejecimiento pues

nuestro país se encuentra en máximos históricos, registrando un índice de

longevidad del 120, es decir 120 mayores de 64 años en 2018 frente a 100

menores de 16.

Antiguamente era normal

permanecer en una misma empresa más de 20 años o incluso toda la vida. Sin

embargo, hoy en día, esta situación es casi inexistente o, por lo menos,

resulta la gran excepción. Quedarse sin

trabajo después de cierta edad, puede convertirse en una auténtica pesadilla.

Pero, ¿se puede salir de este círculo vicioso con 45 años?

A partir de cierta edad,

entramos en una etapa vital que viene acompañada de una serie de estereotipos y

creencias sesgadas. La edad suele generar dudas y acaba jugando en nuestra

contra cuando, por ejemplo, nos enfrentamos a un proceso de selección. Según el

Informe #TuEdadEsUnTesoro, el 40% de los responsables de Recursos Humanos

admite que la edad le genera dudas para la adaptación y el desempeño del

puesto, mientras que un 45% afirma que no ha tenido la oportunidad de contratar

a senior, al no haber recibido candidaturas de este grupo de edad.

“Desactualización de competencias”, “mayor absentismo”, “menor flexibilidad” o

incluso “no encajar en la plantilla” son algunas de las creencias que frenan a

las empresas a la hora de valorar la incorporación de las personas mayores de

45 años. Sin embargo, son muchas las cualidades que podemos aportar. La edad nos premia con muchos valores como

la experiencia, la madurez, el compromiso y la fidelidad; valores claves para

el desarrollo saludable de cualquier empresa.

Ante esta realidad, debe

haber una respuesta por parte de la empresa y de la sociedad. En primer lugar,

se deben deconstruir los estereotipos

que giran en torno a la edad para lograr un cambio de mentalidad que llegue a

las empresas, donde se ponga de relieve el valor de cada persona como

fuerza laboral al margen de la edad. Por parte de los desempleados mayores de

45 años, también nosotros debemos hacer un esfuerzo y apostar por el reciclaje

continuo, algo que nos beneficia a todos.