
Sin Perdón
La campaña sanchista contra Mañueco
«Es una vergüenza que utilicen las tragedias para conseguir réditos electorales»
Ahora le toca al presidente castellano leonés ser el blanco de los brutales ataques de los medios de comunicación sanchistas. La Moncloa ha lanzado una campaña utilizando los incendios con la vista puesta en las elecciones autonómicas. Nada que nos tenga que sorprender. Es lo habitual, porque la izquierda política y mediática es implacable cuando tiene que luchar por la supervivencia de su gran benefactor. Las encuestas muestran que Mañueco puede conseguir o estar cerca de la mayoría absoluta, algo comprensible por su buena gestión y el desastre castellano leonés del sanchismo. El otro día coincidí con su líder en televisión y entendí por qué lo eligió el inquilino de La Moncloa para ocupar la Secretaría General del partido en la región. Es la voz de su amo como sucede con Puente y López. Al final, se trata de promocionar a los más mediocres y con peor formación académica. Mi idea de la gestión es justo la contrario, pero Sánchez se siente cómodo con perfiles como los del alcalde de Soria que no tienen otra opción profesional que vivir de la política. Ahora es sanchista, como Puente y López, pero cuando caiga el líder se pondrán a las órdenes del sucesor. Y si fuera mi perra Lolita les parecería una decisión tan adecuada como original. La parte positiva es que consiguió la alcaldía en 2007 y que a partir del 2011 la ha mantenido con mayoría absoluta.
Es profeta en su ciudad, pero todo indica que seguirá el brillante camino que tuvo Óscar López cuando se presentó como candidato para relanzar el proyecto socialista en Castilla y León. Tras hundir al PSOE en esa comunidad, traicionó años después a su amigo Sánchez, aunque fue generoso y lo colocó en Paradores y ahora como ministro. Su próxima misión es hundir al PSOE en la comunidad de Madrid. Los protegidos del millonario lobista Pepe Blanco son los modernos mercenarios del siglo XXI. Con este escenario tan malo para el PSOE, han decidido desatar una campaña de demolición de Mañueco que ha comenzado con la dureza y el sectarismo habitual de TeleSánchez. Nunca sé si las ideas salen de los activistas televisivos o de los escribidores monclovitas. Es una vergüenza que utilicen las tragedias para conseguir réditos electorales. No importa, porque fracasarán.
Francisco Marhuenda. De la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de España. Catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)
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