Opinión

El pacto

Pues ha ocurrido lo que tenía que ocurrir. Que si PP y Ciudadanos querían gobernar la Comunidad de Madrid, debían ponerse de acuerdo con Vox. Era evidente que todos tendrían que ceder. Pero el resultado electoral es el que los votantes decidieron y los partidos debían intentarlo, si no querían pasar a la oposición. Hasta aquí lo ocurrido en Madrid. Y hasta aquí lo que no sucedió en el gobierno nacional.

La otra parte de la historia tiene que ver con la tardanza en llegar al acuerdo. Se podría achacar a la falta de experiencia de los partidos en este tipo de pactos, a la bisoñez de los candidatos, a los programas diferentes... pero la única razón de fondo es que todos han estado mirando por el retrovisor, primero al Congreso de los Diputados y después a lo que sucedía en Murcia. Una espera innecesaria que la comunidad más rica y próspera de España no se puede permitir. Al final, el pacto tampoco ha dejado girones a ningún partido. Vox renuncia a la derogación de leyes LGTBi que tiene la comunidad madrileña; a las consejerías que reclamaba; a la exigencia de que el PP, Ciudadanos y Vox tuvieran que firmar su acuerdo en un documento conjunto; y a la implantación del «pin parental»: que los niños puedan abandonar el aula cuando se traten contenidos morales o religiosos que no se correspondan con las convicciones de sus padres.

A cambio Vox consigue que se introduzca la obligación de establecer «mecanismos que garanticen la no injerencia de los poderes públicos en la educación».

Y también que cualquier tipo de acoso, discriminación o violencia sea tratado de la misma forma, evitando que diferentes víctimas de acoso tengan diferentes grados de protección. Y algo más. Que la Consejería de Asuntos Sociales y Familia incluya también el nombre de Natalidad con idea de apoyar la maternidad.

Unos dicen que ha ganado Vox. Otros –los más– que ha cedido. Estos dirán que ese es el gobierno que la extrema derecha quiere para España y que por eso no se puede pactar con PP y Ciudadanos. Pero que se piense bien Pedro Sánchez lo que va a decir porque, tarde o temprano, el tendrá que hacer lo mismo.