Retreta en Cataluña

Hay quien piensa, con razón, que la ausencia del Estado en Cataluña comenzó hace mucho. Quizá en los años 60 y 70, cuando la burguesía adinerada iba abandonando el franquismo para abrazar el nacionalismo de la «gauche divine». Todo se agudizó en los 70 y 80, a medida que Madrid abandonaba a su suerte –a su autogobierno– las competencias decisivas: educación y orden público. El socialismo autóctono, es decir el PSC, se fue desmoronando a medida que consentía en el derecho a decidir y aprobaba todo lo que viniera del Parlament, como si fuera palabra de Dios. Zapatero dixit. El resto lo conocemos muy bien. Tan bien que podemos llegar a pensar que, aunque no será fácil revertir este proceso, todo se puede conseguir con tiempo y poniendo el pie en pared.

Pero Pedro Sánchez no es un político que se haya caracterizado por defender ideas. Es un hombre que, para ocupar el poder, ha pactado con el independentismo y cuya máxima es no molestar a los que puedan apoyarle en sus mociones de censura, investiduras, decretos leyes... Por eso tampoco es extraño que en los actos de la Fiesta Nacional Cataluña vaya a estar prácticamente ausente de cualquier acto. Tampoco es que en los últimos 12 de octubre se convocaran grandes manifestaciones o paradas militares en Barcelona –que de eso no ha habido nada– pero sí se celebraban jornadas de puertas abiertas en algunos cuarteles y aeródromos, conciertos en Capitanía, conferencias, homenajes a la bandera... todo siempre en recintos cerrados –claro está– para no molestar al nacionalismo. Pero este año, poco, de perfil bajo y en días posteriores. No habrá 12-O en Cataluña. Estamos a un paso de que sea declarado laborable. No voy a recordar todas las decisiones que se han tomado recientemente al respecto. La última, la bronca del ministro del Interior a los mandos catalanes de la Guardia Civil por no informar de sus detenciones a unos terroristas que planeaban atentados. Pero lo del día 12 es una retreta del Ejército en toda la línea. Ya lo intentó Inmaculada Colau queriendo expulsarles de una feria. Tan patriotas ahora las de Unidas Podemos. Pero aquello que criticamos como un exceso de alguien sin competencias lo han ejecutado una ministra y un presidente en funciones. Una retirada en toda la línea.