Opinión

Delcygate

El PSOE y Unidas Podemos, con el respaldo de PNV, ERC, Bildu y los minoritarios, denegaron ayer la petición del PP y Ciudadanos de que se creara una comisión de investigación de la reunión de José Luis Ábalos con la vicepresidenta de Venezuela. De nada ha servido que la Asamblea venezolana pidiera al Congreso español investigar esa reunión ni que la Eurocámara debatiera en Estrasburgo el mismo encuentro. Pero lo mejor fueron los argumentos de socialistas y morados para negarla.

Primero dijeron que el ministro de Transportes ya había dado explicaciones. No sabemos a cual de las seis versiones se refería Adriana Lastra. Pero Pablo Echenique llegó al sarcasmo al acusar a PP y Cs de "jugar con el hambre" de Venezuela y "echar gasolina" a los conflictos políticos de Iberoamérica.

Sin embargo, la puntilla tuvo lugar en el Senado. El PP había preguntado en la sesión de control al Gobierno por la reunión entre Ábalos y Delcy Rodríguez. Pero el Gobierno derivó la solicitud a la ministra de Exteriores que, al estar de viaje, no pudo responder. Sí estaba en el Senado el Ministro de Fomento que, en vez de contestar a la pregunta, respondió a otra de ERC sobre el estado de conservación de una carretera. Cuando interpelaron al ministro de por qué no respondía él a la pregunta, dijo que al tratarse de un asunto de carácter "internacional" escapaba a su ámbito de competencias.

No sé lo que es peor, si la desvergüenza de Echenique al acusar al PP y Cs de jugar con el hambre de los venezolanos, o la de Ábalos que cambia de competencias como de versión sobre el encuentro con Delcygate. Y es que la mentira suele ir acompañada del exceso de información. Cada día, una versión. Otra mentira.