Mi perro (2)

Ayer, a las dos y media de la tarde, saqué al perro. Verán, les cuento cómo me organizo. Tengo dos parques enfrente de mi casa a los que no puedo ir porque están cerrados aunque no tienen verja. Desde que los niños pueden salir, hay niños en ese parque y yo no me quejo porque me parece bien. Son sitios amplios y no hay mucha posibilidad de aglomeraciones y los críos no deben estar con el patinete y la bici en un lugar donde la carretera está demasiado cerca. En esos parques, la distancia es tal que pueden ir sin mascarillas los críos que agobian. Mi perro y yo no podemos ir al parque y tenemos que pasear por ese otro lugar que está muy cerca de la carretera y exclusivamente el tiempo para que mi perro haga sus necesidades. Saco a mi perro antes de las nueve de la mañana (los niños aún no pueden pasear), a las tres de la tarde (que considero que están comiendo) y después trato de hacer la última salida sobre las ocho de la tarde. Ese es un momento especialmente difícil. Hay tal cantidad de gente, de niños, de padres, que es bastante complicado que el perro pueda encontrar un lugarcito para defecar con sosiego. Yo quisiera también decir que, permitiéndose la salida de mayores y niños a partir del lunes, alguien nos dijera si los dueños de los perros vamos a tener alguna posibilidad de que se nos aclare si existe algún plan para que podamos, de verdad, sacar a pasear a nuestros perros. Porque lo que estamos haciendo ahora, que se sepa, no es pasear. Solo una esquina de distancia de nuestra casa, atados. Me gustaría que alguien nos hubiera puesto en la lista de «cosas pendientes» al menos, de asuntos para echarle una pensaíta, de urdir un plan para que también podamos salir con ellos, que les están siendo complicados. Solo el que tiene un perro lo sabe. Venga, hagan un esfuerzo, que también pagamos impuestos.