Opinión

Las Abradelo

En este país medio majara, ya descubrimos hace tiempo lo que nos gusta la pelea de dos mujeres en el barro. Recordemos, sin ir más lejos, a las extraordinarias Hermanas Abradelo, María y Romy, cuyo verdadero primer apellido era Bastante. Yo hubiera preferido de nombre artístico Las Hermanas Bastante, pero ya llegamos tarde porque una marca es un patrimonio y no van a echar ahora toda su carrera por la borda por un capricho mío. El caso es que me he acordado mucho de ellas porque he visto a «las mujeres del cambio» peleándose en una red social. Irene Montero, Ministra de Igualdad, y Teresa Rodríguez, ex Secretaria General de Podemos Andalucía y parlamentaria en su región. A Rodríguez la han expulsado del grupo parlamentario Adelante Andalucía durante su permiso de maternidad. Independientemente de los procederes de Rodríguez o de cómo haya gestionado sus alianzas políticas en Andalucía (algunos movimientos con sus antiguos socios no son precisamente los más elegantes) a esta mujer le han dado una patada cuando estaba de baja por maternidad, un detalle feísimo e impropio (o eso pensábamos) entre personas y partidos que se definen como progresistas y feministas. Pensábamos que tampoco le iba a parecer bonito a Irene Montero, Ministra de Igualdad, pero en los navajeos baratos parece que se pierden hasta las ideas básicas. Montero ha justificado la expulsión en que durante un permiso no para la política y se ha puesto como ejemplo por sus dos embarazos seguidos. Es decir, la señora Ministra de Igualdad cree que es mucho mejor no descansar porque el mundo no te va a esperar a ti. Es bastante descorazonador escucharlo de una mujer que se ha autoproclamado feminista pata negra, la verdad, pero ya nos vamos acostumbrando a que, en manos de estos que vinieron a cargarse a la casta, pueda pasar una cosa, su contraria, hasta su derivada y ni pestañeen. Pues nada, a seguir en el barro entreteniendo a los tíos.