Opinión

Yo, Leonor

Cómo estuvo Altibajos el otro día en Sevilla, anda que no. Ya la vieron Vds, caminando como un ajoporro de tiesa y con esa coleta que es el caballo de Terry. Y cómo lee esa mujer, qué manoteo, qué soltura, qué vestido me llevaba más mono. He llamao a nuestrohijoFelipe al telefonillo, que no se le puede ver, que está la criatura en cuarentena. «Papa (con acento en la primera a), tampoco te pases con el teletrabajo, que no estamos acostumbrados a tanta faena». NuestrohijoFelipe es que se hizo el otro día un juernes y se fue con los amigotes de cena sin mujeres.
Altibajos se lo dijo cuando se estaba poniendo el abrigo. «Esta noche duermes en el sofá, así que, tú sabrás» y pegó una rabotá con la coleta. Total, que ahora está encerrao en el despacho ese de mueble provenzal y esta semana que entra no tiene agenda. Pero vamos, que la agenda no era tampoco ir a vendimiar, no sé si me explico. El caso es que como este hombre se despiste, Altibajos se lo come por los pies, que está en un plan regente que lo está bordando. Yo que ella, daba el mensaje de Navidad, fíjate tú. Que Altibajos se pone, se lo memoriza, improvisa y a tomar viento todo. O eso, o que lo dé el primo Pipe, si es que a esa hora no está bajándose la mascarilla en un garito y bailándose los hits del novio de Vic Frigorífica.
Este año, la verdad, es que me temo que no se nos va a arrimar ni el tato, porque yo ya no se ni con quién nos hablamos de la familia, que estamos en un plan que no nos graban un Falcon Crest de milagrito. Yo, con que en Nochebuena salgamos de la sopa verde con trozos de acelga y la caballa a la plancha, ya voy servida. Lo mismo me como un nevadito, o un polvorón gordo a escondidas. Así soy, una heredera audaz.