Opinión

La impunidad del Gobierno

¿Por qué al Gobierno de Pedro Sánchez-Pablo Iglesias no le afectan los graves asuntos que lleva a cabo, asuntos que destruirían la vida a cada uno de los protagonistas si fueran del Partido Popular? Es la gran pregunta formulada por mi amigo Rogelio y para la que no encuentro respuesta. Me relata algunos casos al respecto.

¿Qué ha pasado con los responsables del daño causado por las manifestaciones del 8-M? ¿Con los encapuchados españoles en la embajada de México en La Paz, Bolivia? ¿Con el pacto del PSOE con Bildu en Navarra? ¿Con la tesis plagiada de Pedro Sánchez? ¿Con los cursos de formación? ¿Con el affaire escandaloso de José Luis Ábalos, la vicepresidenta venezolana Delcy Rodríguez y las 40 maletas? ¿Con las mentiras de Pedro Sánchez en la campaña electoral de no pactar jamás con Podemos, Bildu ni los independentistas?

Ante mi propuesta de detener el rosario de tropelías, mi amigo insiste: ¿Qué ha sucedido con las niñas prostituidas de Mallorca? ¿Con la sentencia de los ERE en Andalucía? ¿Con la firma con Bildu para derogar la ley de reforma laboral? ¿Con las compras fraudulentas, infladas facturas de mascarillas, que resultaron inútiles para los sanitarios? ¿Con el nombramiento partidista de la fiscal general del Estado? ¿Con la compra mediante amiguetes de test inservibles para la detección de la Covid-19?

Lo curioso no es que me planteara demasiadas y variadas preguntas, sino que todas ellas puedan agruparse para recibir una sola contestación: NADA. No ha pasado nada.

Entonces, ¿qué está sucediendo? ¿El Gobierno ha tomado conciencia de ser impune a toda culpabilidad? Ante este panorama existe el peligro de que cuanto más inmune se crea al castigo, más osado se hará. Preparémonos si el actual escenario se mantiene. Así es la vida.