Princesa de Asturias

Yo, Leonor

Eso quiero conseguir yo, que se me recuerde en Gales. Por lo menos, en los pubs

Qué. Cómo van las cosas por allí. Entretenidas, ¿no? Qué bonita es España y sus gentes y rincones pero lejos se está mejor que en brazos, para qué vamos a engañarnos. Yo estoy feliz aquí, paseando mis piernas kilométricas por el internado este de Gales, repleto de muchachos cuadraos que hacen deporte todo el tiempo, que sales al jardín y eso es una tableta detrás de otra. Ya me lo había dicho a mí Elisabeth de los Belgas, la Isa. «Nena, vete al colegio este que te vas a poner morada a ver tíos». Claro, ante semejante recomendación, me encerricé, me puse flamenca y le dije a Altibajos: «O me lleváis a Gales o no respiro. Porque muy mal se me tiene que dar para portarme peor que tú en Méjico». Total, que se le torció el morro y empezó a decirme que no comiera de esto ni de aquello y que me duchara todos los días, que ya ves tú el empeño en que te duches si en ese país ni se suda. ¿Y lo bueno que está el beicon entre el pan de buena mañana, que ya he conseguido que la cocinera me entienda cuando digo «panceta»? Ahora estoy un poco picada porque ha llegado al internado la de Holanda. Alexia, se llama. Que por lo visto se abrió cuenta en redes y se la tuvieron que cerrar la Zorreguieta y el marido. A mí no me importa que venga, ojo, qué tengo yo que decir sobre esa gente que, a pesar de estar cruda, tienen derecho a vivir. Qué me va a importar a mí, si el mejor desprecio es no hacer aprecio. Ahora bien, como esta lagarta se convierta en la más popular del colegio, le arranco la cabeza. Pero sin acritud, con buen rollo, pero se la arranco a rotabrazo. Altibajos ha cumplido años, por cierto. Ha vuelto donde estudió la carrera y por lo visto aún se la recuerda por preguntona y pesada. Eso quiero conseguir yo, que se me recuerde en Gales. Por lo menos, en los pubs. Les dejo, que tengo rugby.