Lenguaje

La Academia, 25 años después

«Fernando Lázaro Carreter fue el director que consideró conveniente para la Real Academia Española la incorporación formal del periodismo»

El 19 de diciembre de 1996, hace ahora 25 años, me llamó Fernando Lázaro Carreter para comunicarme que había sido elegido en primera votación académico de número de la Real Academia Española. Recibí la noticia con enorme satisfacción. Desde hace 300 años la Academia es la meta de los escritores españoles. Como en ella solo se hace ciencia del lenguaje, ha conservado plenamente su autoridad. Cuando se produjeron las independencias de las naciones hispanoamericanas allí se encontraban algunos nombres grandes de la lingüística y la lexicografía como Andrés Bello y Rufino José Cuervo. Todos respetaron el trabajo de la Academia. Ahora, sobre el tradicional «limpia, fija y da esplendor», lo que más importa es mantener la unidad del idioma. España solo representa al 8 por ciento de los hispanohablantes.

Son varios los periodistas ilustres que, como Miguel Moya o Cavia, formaron parte de la corporación. Lázaro Carreter decidió incorporar el periodismo a la Casa. Para él, el periodismo es antes que nada una ciencia de la comunicación, la ciencia de la información periódica. Y a la vez un género literario. La literatura es la expresión de la belleza por medio de la palabra que produce en el lector un placer puro, inmediato y desinteresado. Y ese placer encontró su cima en el siglo XVI, en la poesía; en el XVII, en el teatro; en el XVIII, en el ensayo; en el XIX, en la novela; y en el XX, en el periodismo. Hacer diferencia entre el periodista y el escritor es una cutrez intelectual. Todos los periodistas son escritores, aunque no todos los escritores sean periodistas, de la misma manera que todos los poetas son escritores, aunque no todos los escritores sean poetas.

Alguien ha hablado del pacto de la Academia en la elección de Juan Luis Cebrián y mía. Es falso de toda falsedad. No hubo pacto alguno. Lázaro Carreter decidió incorporar el periodismo a la Academia y propuso a los académicos los dos nombres que consideró más adecuados. También es falso que, como resultado de ese inexistente pacto, Jiménez Losantos saliera de ABC. Jiménez Losantos es un periodista admirable y excepcional. Sé muy bien por qué se incorporó conmigo en el ABC verdadero y por qué se fue… Ah, conozco desde hace más de 50 años a Juan Luis Cebrián. No recuerdo haber hablado con él de Federico Jiménez Losantos en ninguna ocasión. Me siento orgulloso, en fin, del ingente trabajo que ha realizado y realiza la RAE en favor del máximo tesoro de la cultura española: el idioma castellano.