Canela fina | Isabel y Pablo, divide y vencerás

Cuando a Luis XI le atosigaron con la rebeldía de sectores relevantes de la aristocracia francesa recordó a sus consejeros: «Divide y vencerás». Y se dedicó a sembrar la discordia entre las familias que amenazaban su poder. Desde Filipo de Macedonia, esta máxima ha definido la astucia política en conjunción con la falta de principios éticos. La extrema izquierda comunista se esfuerza por combatir ahora a sus enemigos sembrando entre ellos la división que debilita y emponzoña.

Isabel Díaz Ayuso ha proclamado en incontables ocasiones su lealtad a Pablo. El pasado fin de semana ha sido especialmente concluyente. «Estoy al lado de Casado y en su mismo barco», ha declarado. A los líderes de la extrema izquierda, ayuntados con el sanchismo voraz, les entra por un oído lo que afirma Díaz Ayuso y les sale por el otro sin romperlo ni mancharlo. Los tertulianos de sus televisiones afines y los columnistas de sus periódicos dóciles continúan impasibles comentando, como una cuestión puntera, la división entre el presidente del Partido Popular y la presidenta de la Comunidad madrileña. Han contagiado, incluso, a algunos sectores del centro derecha que, probablemente sin darse cuenta, barren desde dentro, hasta el punto de que Pablo Casado que timonea la nave popular con pulso firme, ha decidido hacer frente a la caravana de las insidias y los bulos sobre Isabel Díaz Ayuso.

Claro que la presidenta madrileña tiene un pensamiento propio y una personalidad arrolladora. Claro que se producen diferencias. El PP es un partido democrático y el que se mueve sale también en la foto. Pero parece necesario denunciar la desaforada campaña emprendida por la ultraizquierda para debilitar el liderazgo de Pablo Casado repitiendo hasta la náusea una división, que no existe de fondo, entre Isabel Díaz Ayuso y él. Los populares no pueden continuar cayendo en la trampa. La extrema izquierda y el sanchismo han desplegado sobre el ruedo político una muleta al natural para que embistan los populares. En lugar del arreón de turno, lo inteligente es la denuncia y la serenidad, sobre todo cuando las encuestas respaldan ya el acierto parcial de los que han urdido un divide y vencerás más antiguo que la propia ciencia política.

Luis María Anson, de la Real Academia Española