La salida a la crisis del PP

Al final se produjo una salida razonable a la crisis del PP que permitirá conocer qué es lo que realmente quieren sus dirigentes que representan a la militancia. La convocatoria de una Junta Directiva Nacional para el próximo lunes es una decisión acertada, porque se podrá medir los apoyos que tiene cada una de las partes y abrir una nueva etapa donde el partido se centre en el objetivo prioritario de ganar las próximas elecciones generales, pero también las autonómicas y municipales. Más allá del ruido mediático y las maniobras interesadas, el partido necesita unidad y coherencia. No es bueno seguir en un escenario destructivo que solo beneficia a sus enemigos y rivales. La reacción contra Casado y Ayuso demuestra que el objetivo es el PP. Es un grave error pensar que la izquierda política y mediática se quedará saciada con la caída de uno de ellos, porque sabe que hay que destruir al partido y cuestionar la honorabilidad de sus dirigentes para conseguir el objetivo prioritario de garantizar la continuidad del gobierno socialista comunista. La Junta Directiva Nacional podrá debatir la situación, analizar el futuro y tomar decisiones.

La mejor noticia para los votantes y militantes de este partido sería la reconciliación de Ayuso y Casado. Es bueno reiterar lo que sucedió con Sánchez al que todo el mundo daba por amortizado y actualmente es el presidente del Gobierno. Por tanto, pensar que esta crisis cercena las expectativas electorales es un grave error, porque queda mucho partido por delante. Es bueno recordar que el PSOE ha sido derrotado en las dos últimas elecciones autonómicas, Madrid y Castilla y León, aunque sus corifeos intenten enmascarar sus fracasos. En el caso de su socio preferente, Podemos, la realidad es todavía más cruel, porque el desastre es enorme. Su representación en Castilla y León se reduce a un único procurador mientras que en Madrid le superó Más Madrid. Por ello resulta incomprensible que sus dirigentes vayan dando lecciones cuando los votantes les dan la espalda. Las reconciliaciones nunca son fáciles, pero son muy fructíferas. España necesita una alternativa de centro derecha, que es, por cierto, el primer partido de la UE, que sea capaz de acabar con las desastrosas políticas de socialistas y comunistas.