El oráculo del CIS, Tezanos y los precios

Alejandro Magno, en el año 331 a.C, tras conquistar Egipto, peregrinó hasta el templo de Júpiter Amón. Luego logró convencer a todos de que el oráculo lo había reconocido como hijo de Amón y, por tanto, de Zeus, lo que le daba legitimidad para gobernar, no sólo Egipto, sino el mundo. Unos 2.500 años después, muchos oráculos han tomado la forma de «sondeos electorales», que interpretan los sociólogos, sumos sacerdotes de las profecías electorales. Hay en todas partes, pero en España destaca José Félix Tezanos, presidente del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas), quizá porque atesora una carrera de extravagancias demoscópicas desde que Sánchez llegó a La Moncloa.

Tezanos, en su día, abrazó la «lógica difusa», la teoría de Loft A. Zadeh, premio BBVA Fronteras del Conocimiento, que se sustenta en «lo relativo de lo observado». Ahora, el CIS, que admite errores pasados, apadrina el que llama «modelo V108», que sería más fiable para escenarios «de alta volatilidad y variabilidad en el número de partidos concurrentes». A pesar de todo, el nuevo modelo de Tezanos «en ningún caso aspira a representar un paradigma anticipado de estimación de voto», como explicó ayer el CIS, que también apunta que «la aplicación de modelos diferentes puede dar lugar a resultados diferentes», tan diferentes que casi nunca coinciden con la realidad. La novedad es que Tezanos, que mantiene al PSOE en cabeza de las expectativas de voto, detecta una fuerte subida del PP, ahora de Feijóo. Mientras que los socialistas tienen una estimación de voto del 30,3% los populares llegan al 27,2%, datos que no coinciden con los del resto de encuestas de otros oráculos, que suelen acertar más. Ahora, con frecuencia las encuestas se utilizan para crear un clima de opinión a favor de una opción o de temor ante otra, el alza del PP por ejemplo. «Es un error tratar lo improbable como imposible», dice también la lógica difusa de la que no se olvida Tezanos, que acude a su modelo V108 quizá como Alejandro recurrió al oráculo de Amón. (Entre paréntesis, se confirma que los precios están desbocados, con un alza del 9,8%. El Gobierno insiste en que es temporal y sólo adopta medidas mínimas. Sólo es cuestión de tiempo que haya que aplicar tratamientos dolorosos).