Pedro Sánchez

El reto de Andalucía

«Una de las razones fundamentales de la previsible victoria del PP es la figura de Juanma Moreno»

Ha comenzado oficialmente la campaña de las elecciones andaluzas. Es una convocatoria clave en el vía crucis que sufrirá Sánchez hasta las generales de 2023. El calendario coincide con una situación económica muy incierta, a pesar de la tradicional euforia gubernamental y los esfuerzos de sus hagiógrafos de mostrar un escenario que no se corresponde con la realidad. A esto se une la perenne crisis institucional por culpa del independentismo catalán, que es fundamental para la estabilidad gubernamental, y la deslealtad de Podemos que se sienta en el consejo de ministros. Esta formación comunista y antisistema ha cosechado fracaso tras fracaso en todas las elecciones que se ha presentado, a pesar de la arrogancia de unos dirigentes que ya no se sabe muy bien a quién representan. Andalucía es una de las autonomías más importantes de nuestro país, pero además tiene un carácter simbólico porque está gobernada, por primera vez, por la derecha. Había sido el tradicional granero de votos del PSOE y ahora se ha convertido en la expresión de la fuerza irrefrenable del cambio de ciclo que se vislumbra en España el próximo año.

Los andaluces han dado la espalda a la izquierda, Nada puede esconder, ni siquiera los palmeros gubernamentales, el enorme fracaso que se avecina. Una de las razones fundamentales de la previsible victoria del PP es la figura de Juanma Moreno. El presidente andaluz, con la ayuda de su equipo, ha gestionado con éxito la Junta de Andalucía y ha conseguido una enorme popularidad. Ha logrado ampliar la base electoral como consecuencia de su credibilidad, eficacia y rigor. No es ninguna exageración, porque se constata con enorme claridad en las encuestas. Una victoria contundente será el certificado de defunción de la legislatura, aunque Sánchez la alargará hasta diciembre de 2023. La esperanza es lo último que se pierde. Es verdad que sería contraproducente que el PP lanzará las campanas al vuelo, porque necesita ganar con la mayor holgura posible. No es lo mismo que pueda gobernar en solitario a que tenga que depender de Vox. Otra cosa es que si es la única opción, como sucedió en Castilla y León, alcance un acuerdo. Es sorprendente que el PSOE, cuyos socios son los comunistas, los antisistema, los independentistas y los herederos de ETA, intente dar lecciones.