Otros veraneos V. Adazi (Letonia)

T ras la ocupación rusa de Crimea en 2014, la OTAN activó en la Cumbre de Varsovia de 2016 una «Presencia Avanzada Reforzada» en sus fronteras (1). Pocos meses después, ya desplegaba un contingente español con 350 efectivos y 80 vehículos, entre ellos carros de combate «Leopard» y blindados «Pizarro». Hoy, en undécima rotación, continuamos en Letonia en el marco de uno de los cuatro Battle Group ubicados en Estonia, Letonia, Lituania y Polonia, liderados respectivamente por Reino Unido, Canadá, Alemania y Estados Unidos. Despliegan «como medida de disuasión y defensa, para prevenir posibles conflictos, proteger a los aliados y preservar la paz y estabilidad mas allá de las fronteras de la Alianza». Esta operación se complementa con la Baltic Air Policing” (BAP) en la que también está comprometida España, que asume los principios de «contribución voluntaria, esfuerzo multinacional compartido, y necesidad de mantener una capacidad de combate creíble y eficaz».

Hoy, con algo más de 500 efectivos, en su mayor parte de la Brigada «Guzmán el Bueno» de Cerro Muriano (Córdoba), como «unidad generadora de la fuerza desplegada», España es el segundo país con mayor contribución en personal y el primero en capacidades del Battle Group desplegado en la base de Adazi, ciudad situada en la margen izquierda del río Gauja próxima a su desembocadura en el Golfo de Riga. Desde el pasado Marzo, desencadenada la guerra en Ucrania, España ha incrementado su presencia con «capacidades adicionales» consistentes en una Batería de Artillería de Campaña con un radar Arthur, una Sección de Ingenieros y una Unidad de Guerra Electrónica, junto al despliegue en la cercana base aérea de Lielvarde de una Batería Antiaérea NASAMS. Otros nueve contingentes, especialmente de Canadá e Italia, (2) forman la compleja unidad que convive en Adazi con una Brigada con tres batallones letones.

Si aquí en España somos sensibles a la evolución del conflicto ucraniano, ellos situados a doscientos kilómetros de la frontera rusa, una débil línea de 217 kilómetros, lo están más.

En un inmediato campo de maniobras se preparan día a día para «llevar a cabo acciones tácticas de retardo contra una incursión enemiga de entidad brigada, que permita ganar tiempo hasta poder concentrar fuerzas suficientes para oposición o defensa». En términos militares: pura maniobra retardadora.

Indiscutible contribución española a la Alianza. De los 2.850 efectivos desplegados por nuestras Fuerzas Armadas en todo el mundo, un 42% lo están en misiones OTAN como esta de Letonia, país que se integró en la Alianza y en la U.E en 2004.

Cuando pregunto por sus condiciones de vida y por lo que representa estar lejos de sus familias durante estas fechas, encuentro mismas respuestas: asumen su misión que, en este caso es la cuarta de su Brigada en Letonia. Ello permite, como comenta el Teniente Coronel Roberto Aranda, jefe del contingente: «que tengan un elevado nivel de conocimiento de la operación y como no de instrucción y adiestramiento». El capitán Torres lleva tres rotaciones: una en la célula logística; la segunda en relaciones públicas y hoy en el área de seguridad. «Podemos encontrar bastantes más; esto es un hecho que facilitará culminar la misión con éxito», añade Aranda.

Interesante también conocer el perfil de este mando, común a una experimentada generación de mandos y tropas: Teniente en Kosovo con el 2º Tercio de La Legión; Capitán en Bosnia con el Regimiento Arapiles de San Clemente Sasebas y por segunda vez con su 2º Tercio; Comandante en El Líbano con la Comandancia General de Ceuta y también por segunda vez con la Brigada X; Teniente Coronel con la Brigada XI de Botoa (Badajoz) como jefe del equipo de asesoramiento a la Academia Acorazada/Mecanizada de Iraq y luego oficial de enlace de la Embajada de España en Bagdad. Su actual Regimiento «La Reina» ha estado involucrado en tres de los cuatro despliegues en Letonia; ha participado regularmente en el macro ejercicio «Trident Jucture» en Noruega; líder del equipo de planeamiento de su Brigada dentro de una actividad de Seguridad Cooperativa «Apoyo a Mauritania» en el citado país.

En cuanto a su día a día, «hay tiempo para conocer los alrededores de la base y la propia capital Riga; podemos disfrutar de los pinares y lagos que invaden el paisaje, así como las localidades más cercanas, Adazi, y otras próximas a la playa como Gauja o Lilaste». «La población local nos tiene como amigos». No entra Aranda en lo que llama «no todo son brotes verdes» especialmente por la aglomeración en la base y en referencia a un porcentaje reducido de población rusófona considerados «no ciudadanos» por la legislación letona.(3) ¡Ninguna misión es fácil! ¡Feliz veraneo en el Báltico!

(1) enhanced Forward Presence. (eFP)

(2) Mas, Albania, República Checa, Montenegro, Polonia, Eslovenia, Eslovaquia, Macedonia Norte.

(3) Este jueves día 25 se demolió en Riga el último vestigio de la URSS: el Obelisco de la Victoria