Bielorrusia

Cartas a Sergei

En este nuevo «régimen», Tikhanoskaya cuenta que a Sergei también le han prohibido enviar y recibir cartas

Con todo el foco informativo en la invasión rusa de Ucrania, el último dictador de Europa, Alexander Lukashenko, se está librando de la presión internacional. Sin embargo, Lukashenko sigue haciendo de las suyas y continúa con sus chantajes y amedrentando a sus vecinos. Por un lado, ha alardeado de que Rusia ha modificado sus aviones militares y ahora son capaces de transportar armas nucleares. Por otro, continúa con la amenaza migratoria. Traen a ciudadanos de Oriente Próximo hasta Minsk y luego les envalentonan y coaccionan para que crucen hasta Lituania. Ayer mismo 125 personas atravesaron la frontera hasta territorio comunitario, una cifra enorme de acuerdo con la pequeña nación báltica. El Gobierno de Vilna recrimina un aumento de las llegadas de migrantes ilegales dirigidas por Lukashenko, por lo que, en su opinión, su nuevo muro fronterizo está más que justificado. Las obras de la valla de cuatro metros coronada por alambres de espino, de alrededor de 550 km de largo, han concluido, según anunció la Administración lituana.

En Lituania, precisamente, se encuentra Svetlana Tikhanoskaya, la ganadora de las elecciones presidenciales en Bielorrusia de agosto de 2020. Su marido, Sergei Tikhanovski, bloguero y opositor político, fue detenido en mayo de ese año para que no pudiera hacer sombra a Lukashenko en las urnas. Ella decidió presentarse en su lugar y el pueblo bielorruso se volcó en su propuesta. Tras una durísima represión después de los comicios, se vio forzada a huir del país con sus hijos. «Mi marido es un rehén en la cárcel y entendemos que él no puede hacer nada y que le pueden hacer de todo. Yo me siento bastante segura en Lituania», me confesó recientemente Tikhanoskaya durante una entrevista, antes de que le condenaran oficialmente a 18 años de prisión.

Ayer Tikhanoskaya denunció que Sergei había sido trasladado de la colonia penal a un régimen penitenciario. Le metieron en una pequeña celda de aislamiento, precisamente el día de su cumpleaños, el 18 de agosto. «Ahora le obligan a dormir sobre tablas desnudas. Intentan quebrarlo, pero eso no sucederá», apuntó. En este nuevo «régimen», Tikhanoskaya cuenta que a Sergei también le han prohibido enviar y recibir cartas. «Pero debemos seguir escribiendo cartas para que el régimen vea que somos muchos». Como la mayoría de las misivas no llegan hasta Sergei, su madre alquiló un buzón de correos para entregarle todas las cartas más tarde, cuando por fin quede en libertad o al menos tenga derecho a correspondencia.

Sin perder la esperanza, Tikhanoskaya anima a que escribamos a su marido. «Si quieres que la madre de Sergei le pase tu misiva algún día, utiliza esta dirección: Bielorrusia, 246012, Homiel, avenida Rechytski 9, casilla 125». Y es que parafraseando a la propia Tikhanoskaya , «no hay que olvidar a nuestros héroes».