Historia

En busca de un tesoro nazi perdido

«Comienzan las excavaciones en el invernadero de un palacio tras las pistas que un alto cargo de las SS dejó en su diario»

Los miembros de la Fundación del Puente de Silesia no se consideran buscadores de tesoros. Pertenecen a una organización sin ánimo de lucro creada en 2008 en Opole (Polonia), para fomentar las relaciones polaco-alemanas.

Pero en este momento, realizan excavaciones arqueológicas en los jardines del otrora precioso Palacio de Minkowskie, en la zona del invernadero. Confían en desenterrar un auténtico botín de finales de la Segunda Guerra Mundial.

Bart Zelaytys, al frente de la comunicación de la Fundación, me cuenta desde allí que en 1945, en su «Diario de guerra», un alto cargo de las SS, mencionaba 48 cofres de depósitos transferidos desde el Reichsbank de Breslavia (actualmente Wroclaw, Polonia). «Estos depósitos fueron guardados por los habitantes alemanes de Breslavia, lo que significa que probablemente serán lingotes de oro como depósitos bancarios y todo tipo de joyas de ciudadanos alemanes de Breslavia». Ante el temor por el avance del Ejército soviético, los alemanes pusieron sus bienes más preciados a buen recaudo. Zelaytys estima que bajo la tierra se hallan entre 5 y 10 toneladas de oro. Si los diarios nazis están en lo cierto, la Fundación del Puente de Silesia descubrirá el equivalente a 231 millones de euros.

«Basándonos en toda la investigación, la información recopilada y las pruebas realizadas, creemos que hay que excavar entre 5 y 8 metros, pero debido a las aguas subterráneas puede que ahondemos hasta 10 o incluso 12 metros», matiza.

«El “Diario de Guerra” nos señala el “invernadero” como la zona de ocultación», prosigue Zelatys. «Tiene sentido elegir ese lugar en invierno ya que estaba más caliente y fuera de la vista». Asimismo, las «entrevistas con lugareños nos indicaron un lugar más exacto donde encontramos los restos de los cimientos». Un tedioso trabajo de meses hasta por fin, esta semana, empezar a levantar la tierra.

Recuerda que gracias a su buena relación con «el Ministerio de Cultura y Patrimonio Nacional de Polonia y con el inspector local de edificios históricos de Opole» han conseguido «recibir todos los permisos necesarios». Ahora, además «estamos obligados a cumplir todos los requisitos establecidos para las excavaciones arqueológicas en una zona históricamente protegida».

A la espera de dar con el primer depósito, al preguntarle qué pasará con semejante contenido, Zelaytys afirma que, ante todo, «haremos todo lo posible por encontrar a los legítimos propietarios».